Capítulo 128: Guerra en las Sombras

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

Conforme la guerra desgarra la galaxia, los planetas se convierten en peones, en un peligroso juego de Ajedrez

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Conforme la guerra desgarra la galaxia, los planetas se convierten en peones, en un peligroso juego de Ajedrez.

Un planeta en riesgo es Naboo, donde el sufrimiento y el descontento, amenazan las relaciones, entre las personas de la superficie y los Gungan, quienes viven bajo el agua.

Los rumores de que los Gungan empiezan a ayudar a los Separatistas, en un ataque sobre Theed, hacen que la Senadora Padme Amidala, tenga que volver a casa, acompañada de su esposo: el general Anakin Skywalker.

Una nave, sin ningún tipo de símbolo diplomático, con la esperanza de que pareciera ser, únicamente una nave civil, volaba por el espacio sideral. Llegaron a Naboo, sin ningún contratiempo.

—Jar Jar, ¿me recibes? Aquí Anakin. Venos en la superficie del lago Paonga, de inmediato.

—Entendido, señor —dijo el Gungan.

Anakin aterrizó y junto a Padme, caminaron hacía el lago, del cual surgió un submarino, y en su interior estaba Jar-Jar.

—Jar Jar, hemos escuchados rumores alarmantes —dijo Anakin, mientras subía a aquella nave submarino.

— ¿El jefe Lioni, quiere avanzar sobre Theed? —preguntó Padme.

—Sí, senadora —dijo Jar-Jar. —Está dando muchos discursos, culpando a los humanos de Naboo por todo. Pero yo pienso, que no es verdad.

—Claro que no lo es —dijo Padme, mientras se sentaba.

—Tenemos que hablar con él, Jar-Jar —dijo Anakin, también sentándose. El Gungan asintió, y la nave se sumergió.


Las ciudades de los Gungan, eran ciudades dentro de cúpulas submarinas, que permitían respirar oxígeno, Anakin y Padme, junto a Jar-Jar, ingresaron en una de las cúpulas, la cúpula del estadio, donde se acercaron para escuchar un discurso.

—Por siglos, los de la superficie, nos han tratado como seres inferiores. Pero no más. —Dijo el líder. —Hay momentos en la historia, cuando un cambio se hace necesario. Y ese momento, ha llegado.

Jar-Jar se acercó al general. —Esto es muy malo. Pero no se preocupe, general. Mis amigos ayudarán.

—Eso espero, Jar-Jar.

—Sean breves —pidió el general, mientras se acercaban al líder.

—Joven Senadora Amidala —dijo el líder. —Si está aquí, para convencerme de que no marche a Theed, pierde su tiempo.

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora