Un niño ignorante del poder en su interior, que solo ayudó a dos desconocidos, guiado por la bondad de su corazón, alcanzaría un lugar de leyenda, en su planeta natal, y en una galaxia muy muy lejana.
Harry entrenado por Jedi OC y Sith OC.
Harry Har...
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
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Gunray, fue condenado al nivel más bajo y peligroso de La Ciudadela, por sus Crímenes de Guerra, sin que Darth Sidious y Darth Tenebrous, hubieran logrado impedirlo, pues aquellos que lo querían encerrado o incluso, ejecutado, eran demasiados miembros del senado, para ellos dos y para los Senadores Separatistas.
Al mismo tiempo, en el Borde Exterior, el maestro Kit Fisto, llegó a un planeta donde creían que podría estar ocultándose Grievous, y donde Shaak Ti fue vista por última vez. —Lo sé, yo tampoco veo nada. —Afirmó Kit Fisto, ante las palabras/pitidos de alerta, de su Droide Astromecánico. Se bajó de la nave. —Estarás bien R6, solo cúbreme, ¿de acuerdo? —Caminó hacía el grupo de clones quienes lo esperaban, y junto a ellos, una figura encapuchada, pero era alguien a quien Kit ya conocía.
—Te saludo, maestro —dijo la persona bajo la capucha.
—Nahdar, lamento mucho que la guerra, me impidiera asistirte en la última fase de tu entrenamiento, y a las pruebas —dijo Kit Fisto, mostrándose apenado. No se sentía como un buen maestro, para su ex-Padawan.
—Te extrañe, maestro. Pero es un placer, poder servir a tu lado, como un Jedi —dijo Nahdar.
—General, comandante —dijo el comandante clon. —Detectamos la señal droide, en esa dirección.
—Gracias —dijo Kid —Echemos un vistazo.
—Permítame, maestro —dijo Nahdar, elevando sus manos, antes de extenderlas horizontalmente, haciendo que la niebla abandonara la zona, dejando ver una especie de templo. Nahdar y los clones, estaban creando nuevos planes, para ingresar en el lugar luego de no encontrar alguna puerta. Kid se acercó a la puerta.
—General, comandante mandare a traer las cargas explosivas —el clon había terminado de decir eso, cuando Kid tocó un lugar de la pared, y la puerta se abrió. —O tal vez, no.
—Vamos —dijo Kid, mientras sacaba su sable de luz, y Nahdar le imitaba.
—Linternas —ordenó el comandante clon, a sus hermanos, encendiendo todos, unas linternas en sus cascos.
Caminar en un lugar tan grande y oscuro, solo los hacía a todos, sentirse cada vez más nerviosos.
—Presiento... que hay algo aquí —dijo Kid.
—Los sensores, no detectan nada —dijo el comandante clon: Fil.
Se escuchó algo metálico.
Lo asemejaron, a como si los droides (o el General Grievous, en este caso), caminara en las tuberías, o algo similar.
