Un niño ignorante del poder en su interior, que solo ayudó a dos desconocidos, guiado por la bondad de su corazón, alcanzaría un lugar de leyenda, en su planeta natal, y en una galaxia muy muy lejana.
Harry entrenado por Jedi OC y Sith OC.
Harry Har...
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
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Como fuego a través de la galaxia, La Guerra de los Clones se extendió. Bajo el control del malvado Conde Dooku, cada vez más planetas caen. Para enfrentar esta amenaza, sobre los Caballeros Jedi cae la responsabilidad de guiar al nuevo ejército de la Republica. Y conforme se intensifica la guerra, se fortalecen la valentía, la decisión y la tenacidad, de los nuevos jóvenes caballeros Jedi, que arriesgan sus vidas, en el campo de batalla.
Darth Kaft y Harry, fueron los primeros en aterrizar sus naves, luego descendió otra nave, y de ella saltaron maestro y aprendiz: Darth Vagius y Maris.
― ¡Hola, Harry! ―gritó Maris, mandando al diablo todo el protocolo, y abrazándolo, con una efusiva felicidad.
―Hola Maris ―contestó Harry, correspondiendo al abrazo.
― ¿Cuál es la misión? ―preguntaron Harry y Maris, a sus maestros.
―Los Separatistas, son un mal ejemplo del poder del lado Oscuro ―dijo Darth Valgius. ―El Fuero, desea que sean detenidos. La guerra no nos ayudará en nada, nadie saldrá auténticamente beneficiado de ella. Comenzaremos, a destruir fábricas de ensamblaje de droides.
―Entendido ―dijeron ambos Padawans del lado Oscuro.
Darth Kaft, sacó de un bolsillo un disco-holográfico, el cual enseñó un mapa del planeta donde estaban: Rendili, un Mundo del Núcleo Galáctico.
―Maris, Harry, manténganse detrás de nosotros ―ordenó Kaft.
―Maestro ―intentó intervenir Maris, pero Valgius le dio una mirada, la Zabrak asintió y retrocedió.
Los maestros del lado oscuro, caminaban por enfrente de ellos, los Padawans, iban detrás, y constantemente usaban la Fuerza, en busca de señales de vida, pero no encontraron nada.
Solo sus sentidos avanzados, alertaron a Maris, quien bloqueó un disparo furtivo, desviándolo. ―Saben que estamos aquí.
―Sin lugar a dudas, lo saben ―dijo Harry. ―Pero... no detecto formas de vida.
―Estás en lo correcto, joven Koldin ―dijo Valgius.
Siguieron su camino, antes de verse rodeados por Droidekas y Droides B2, estos últimos tenían un gran blindaje, daban la apariencia de ser robustos, de metal gris oscuro y tenían muñequeras láser.
Formaron un circulo, con sus sables de luz encendidos.
―La misión no podía ser tan fácil, ¿verdad? ―bromeó Maris.
―Estás en lo correcto, linda ―dijo Harry.
―Fuego ―dijo uno de los Droides B2, mientras que comenzaban a dispararles, los usuarios del lado oscuro, reflejaron los disparos enemigos, devolviéndoles los láseres, destruyéndolos, en minutos.
Una alarma comenzó a escucharse.
―Encontramos la fábrica ―dijo una sonriente Maris, mientras extendía su mano derecha, en la cual comenzaron a formarse unas pocas chispas, rápidamente, hizo girar los relámpagos, formando un anillo de eléctrico, el cual pronto tuvo un sonido muy extraño, como si miles de aves piaran en su mano.
―Maris ―trató de advertirle Valgius.
Harry suspiró, mientras se preparaba para atacar él también. ―No podemos detenerla. Cuando alguien se le mete en la cabeza, Lord Valgius, nada se lo saca.
―Lo sé Koldin. Créeme, que lo sé. ―Dijo Valgius sonriente, ignorando la mirada de muerte que le dio su Padawan. El chillido de las aves, se volvió más agudo.
Maris salió corriendo directo a la base, saltócon ayuda de la Fuerza, logrando suspenderse en el aire antes de liberar todala energía, y poder causar un buen daño a la infraestructura del edificio, laspuertas se abrieron, la alarma empezó a sonar y varias decenas de ruedascomenzaron a rodar, perosabían que no eran solo ruedas de metal, sabían que eran más droides debatalla, denominados como Droidekas. Maris les dio un empuje de la Fuerza,Koldin cerró su mano, aplastando a los que se venían acercando por la derecha, mientras que los de Maris salieron disparados, hacía el interior de la fábrica, destruyendo muchas cosas.
Los cuatro usuarios del lado oscuro, usaron sus sables de luz, y sus conocimientos en La Fuerza, para destruir la base, totalmente.
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En Muunilist, las tropas de tierra, comandadas por Qui Gon y Obi-Wan, lograban hacer mella en la infraestructura de los edificios del clan Bancario.
― ¡La Republica está atravesando nuestras barricadas, y han destruido nuestro cañón principal! ―dijo un Muun, señalando un mapa holográfico, ante él.
―Yo me haré cargo de Jinn y Kenobi ―dijo un alíen, debajo de una pesada armadura plateada, con un símbolo azul en el pecho y en las hombreras, símbolos rojos, salió de la base y formó a sus droides caballeros, todos empuñando lanzas y encima de motocicletas.
En el campo de batalla, hasta ese momento, solo fue el combate contra los casi inútiles y fácilmente fabricados droides OOM y B1.
Pero rápidamente, una legión de droides con motivo de caballeros, irrumpieron en el combate, avanzaron hacía el frente, y lograron empalar a muchos soldados Clones.
Obi-Wan y Qui Gon, cargaron contra los droides negros, que los atacaban, logrando emparejar las cosas.
Pero aquel sujeto de armadura plateada, era un problema. Era muy bueno conduciendo su motocicleta, y por más que Obi-Wan y Qui Gon, intentaron contenerlo o ponerse uno en frente y otro detrás de él, para obligarlo a rendirse, mediante la intimidación, en ningún momento lo lograron.
Ambos atacaron al mismo tiempo, Obi-Wan con su forma III, y Qui Gon con su forma V, pero su enemigo lograba esquivarlos, lograba lanzarles puñetazos y patadas, al tenerlos alejados, extendió sus puños, hacía donde estaban ellos, y les disparó con púas pequeñas, las cuales fueron repelidas gracias a la Fuerza.
Obi-Wan y Qui Gon, atacaron a su enemigo, con todas las técnicas de la Fuerza, que conocían, para luego hacer muestra de su dominio sobre técnicas de combate cuerpo a cuerpo, pero acabaron por ser superados por su enemigo, quien tenía mayor fuerza, y la protección de su cuerpo metálico.
―Esto no parece funcionar, maestro ―dijo Obi-Wan, limpiándose la sangre de la comisura del labio.
―Lo obligaré a que se concentre, en atacarme, y tú le atacas por la espalda ―dijo Qui Gon, Obi-Wan le miró, e iba a replicar. ―Creo que encontré, su estilo de combate.
Qui Gon se lanzó hacía el frente, rodeando su cuerpo con la Fuerza de repulsión, pero ni siquiera ese escudo, era suficiente, pero sí le permitió a Obi-Wan atacar y dañar a su enemigo, con sus golpes.
Ahora Obi-Wan se dejó golpear, para que Qui Gon, pudiera contraatacarlo. El maestro de cabello más largo, usó la Fuerza, para desgarrar la armadura de su enemigo, logrando dañarlo de gravedad, pero dejarlo vivo y en el suelo.
Los clones lograron hacer mella en las tropas de droides, gracias a las granadas y a ráfagas de disparos concentradas.
Los clones ingresaron al edificio y arrestaron a los Muun, por estar aliados a los Separatistas.
Muunilist, ya no estaba bajo el control Separatista.
