Capítulo 192: El Despertar y Continuar el Éxodo.

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece aGeorge Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, AhsokaTano y Maris Blood.


Sidious apretó los dientes, sintiendo el dolor del hombro, el calor abrazador, mientras miraba a Maleval con ira. De forma estúpida y descuidada, empujó al Quarren, mientras que él, lanzaba un grito de dolor, y llevaba su brazo derecho al hombro, para usar sus pocos conocimientos de la curación del Lado Oscuro.

Más que suficiente, para que Maleval lo pudiera electrocutar, con los Rayos de la Fuerza, y luego levantara uno de los Sables de Sidious y lo usara, contra el humano.

Sidious gritó y contraatacó. — ¡ESTE NO ES MI FIN! —Usó un escudo, para repeler los rayos de la luz, mientras que su rostro, ahora quemado, mostraba arrugas profundas y su cabello se caía.

— ¡¿CREES QUE TÚ, DE TODOS, ME PUEDE DERROTAR?! —Rugió Maleval, solo para que Sidious lanzara una puñalada, logrando atravesar el pecho de Quarren, quien lanzó un grito de la Fuerza.

Sidious gritó de dolor, cuando sintió las garras del Quarren en sus hombros y lo hacía caer, con él, hacia un violento remolino, del mar de Ziost.

Ambos lores oscuros, lanzaron relámpagos de la Fuerza, intentando darle fin, a la vida de su enemigo, haciéndolos gritar de dolor, por el agua electrificada.

Sidious logró encontrarse, con una pared llena de rocas afiladas, gracias a que Maleval, lo empujó con la Fuerza, contra la pared escarpada, hiriéndolo. Sidious gruñó y trató de apoyarse en la pared, hiriéndose, debido a las rocas afiladas y puntiagudas. Arrancó un trozo de la pared y lo usó como un puñal, apuñalando a Maleval, en el cuello, hasta que su anciano cuerpo se cansó. Se desmayó bajo las aguas, y no notó que estaba siendo arrastrado hacía el fondo del lecho marino.

Si hubiera tenido sus ojos abiertos, podría haberse visto, entrando en una gruta, hasta una compuerta de roca, sellando aquello que se ocultaba, en su interior.

Un despertar de la Fuerza, tuvo lugar y la Fuerza de Sidious, comenzó a serle arrebatada.


Sidious abrió sus ojos, en la oscuridad de las aguas y lanzó un empuje de la Fuerza, para alejarse de aquello, que lo intentaba matar, así como destruyéndolo. Nadó y nadó, intentando llegar hasta la superficie. Sintió que se ahogaba. Sus pulmones ardían. —Sheev... Sheev. —la voz resonó, en su mente. Pero él, no se detuvo. Siguió nadando, hasta salir a la superficie. —Haz liberado mi cadáver putrefacto... Ayúdame y yo te ayudaré. Vamos... Llévame. Llévalo a Sluis... A Dagobah. Reconocerás la cueva, debido a su conexión con la Fuerza del lado Oscuro. —Palpatine volvió a la superficie y aspiró tanto aire, como pudo. Volvió su mirada, hacía el agua, y vio un cadáver, ahora de color azul, debido a las aguas del planeta.

— ¿Eras tú, quien me llamaba? —preguntó Sheev, recostado en la ensenada.

Lo soy. —Contestó la voz, en su cabeza. —Pertenezco, a las primeras generaciones de los Je'daiis. Aquella Orden de la Fuerza, que empleaba luz y oscuridad. Que solo eran filósofos. —Recalcó. —Pero yo estuve allí. Yo estuve, entre los primeros. Entre aquellos, que explorábamos el Lado Oscuro, a espaldas del resto de la Orden, hasta que fuimos descubiertos, nos llamaron Je'daiis Oscuros, los otros se volvieron hacia la Luz, se inició una guerra de tres décadas, en las cuáles desarrollamos, las primeras generaciones de los Sables de Luz, hasta que nos derrotaron y nos iban a desterrar, hacía Moraban. Pero, yo demostré ser el más poderoso de los usuarios del Lado Oscuro, así que me traicionaron y con el auxilio de los Je'daiis del Lado Luminoso, me sellaron en ese lugar, del cual tú, me acabas de sacar. Gracias Sheev.

— ¿Cuál es tu nombre?

Con el pasar de los milenios, lo he olvidado —dijo la presencia. —Pero, quizás puedas llamarme... —La conexión de la Fuerza, pareció cortarse.

Sheev tomó el cadáver y ocultándose muy bien, sin que nadie se diera cuenta, lo llevó a una nave de los Usuarios del Lado Oscuro, despegando, hacía Dagobah, para devolverle su cuerpo, a su posible aliado.

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora