Capítulo 90: Defensores de la Paz

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood

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¡Las Fuerzas de la Republica, retroceden!

Mientras rescataban a la general Secura de una inminente derrota, Anakin Skywalker resulta herido de gravedad. Después de escapar, nuestros héroes se estrellan en el remoto planeta Maridun.

Varados, y sin forma de contactar a la República, el Jedi recibe atención medica de los pacíficos habitantes de Lurmen.

Pero incluso en este pequeño planeta, la guerra amenaza con seguir a los Jedi.

Luego de que los clones, ofrecieran quitarse sus armaduras y dejar sus armas en una de las cabañas, se les permitió ingresar en la aldea, y esperar a que Anakin se recuperara. Pero Bly decidió ayudar a los habitantes, a recoger frutos y agua, al tiempo que Rex y Ken, ayudaban a llevar las cestas y cantaros.

―Comandante, tenemos compañía ―avisó Bly, por el comunicador de muñeca.

― ¿Aliados? ―preguntó Rex.

―Negativo ―contestó Bly, mientras iba a la cabaña donde estaban losJedi. ― ¡General!

― ¿Sí, Comandante? ―preguntó Anakin.

―Una nave separatista, viene hacía acá ―dijo Bly.

―Nuestro gozo es un pozo ―gruñó Harry, poniéndose de pie y saliendo de la cabaña, vio la nave acercarse al suelo y alzó su varita. ― ¡Flipendo Máximo! ―al tiempo, que usaba un Empuje de La Fuerza, pero la magia fue mejor dirigida y la nave fue alejada de la aldea, mientras se tambaleaba hacía atrás.

―Esto, es espacio Neutral ―dijo Uak-Thú

―No si ganan los Separatistas ―gruñó Anakin, poniéndose de pie y siguiendo seguido por los demás.

― ¡¿Qué amenaza trajeron a nuestra aldea, Jedi?! ―exigió saber el jefe de la aldea.

―Padre, no los puedes culpar ―dijo Uak-Thú.

―Tiene razón ―dijo Ahsoka poniéndose de pie. ―Los Separatistas, ni siquiera saben que estamos aquí.

―Y no pueden saberlo ―dijo Aayla, para luego mirar al jefe. ―Los protegeremos.

― ¡Su presencia nos pone en peligro, váyanse antes de que los encuentren sus enemigos! ―ordenó el jefe.

―Tiene razón ―dijo Harry, volviendo a la cabaña. ―Logré alejarlos de la aldea y la pradera, pero tarde o temprano podrían dar con los restos nuestra nave destruida. ―Anakin, Aayla y Ahsoka gruñeron de frustración.

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora