Capítulo 122: La Ciudadela

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood

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¡Capturados!

Regresando de una peligrosa misión, en el Borde Exterior, el crucero del maestro Even Piell es abordado y capturado.

Buscando información vital, sobre una Vía del Híper-Espacio, llamada Ruta Nexus, los Separatistas lo capturan vivo.

Ahora, los Jedi preparan una misión en el corazón del Espacio Separatista, para rescatar al maestro Piell, de la prisión letal conocida como La Ciudadela.

Ante algunos clones, se encontraba el maestro Plo Koon. ―Como sabrán: La Ciudadela, es el centro de detención, más aislado e impenetrable. Nadie, ha logrado escapar.

―Siempre, hay una primera vez ―dijo Susan, antes de mirar a su esposo. ― ¿Qué opinas, Harry?

―Es tal y como dices, Sue ―dijo Harry, quien estaba mal sentado en su silla. ―Tiene que haber alguna forma de entrar y de escapar.

―Su seguridad, ha impedido que nuestras ondas, obtengan información actualizada ―dijo Plo, mientras accionaba un botón y luego dos más, al mismo tiempo. ―Tuvimos que trazar un mapa actualizado, basados en la información de los archivos.

―Y ya que los datos son muy antiguos, el mapa no será confiable ―dijo Avar Kriss, mirando fijamente el mapa: casi como si esperara, que repentinamente, por obra y gracia de La Fuerza, la información se actualizara, otorgándoles toda clase de esquemas completos y ordenados, para poder penetrar en esa prisión.

―Básicamente, iremos a ciegas ―dijo Harry, quitándose las gafas un momento y masajeando sus ojos, con frustración. Era quizás, la misión más suicida, que vivirían nunca. Su frustración, comenzaba convertirse en un dolor de cabeza.

Entonces, las miradas de Harry y Susan se encontraron, y ambos supieron lo que pensaban mutuamente, diciéndolo al unísono. ―Entonces: usaremos el hechizo "Oriéntame", cuando estemos en el castillo, junto al hechizo "Consecutus", para dar con el maestro Piell.

―Discúlpeme, General ―dijo Rex. ― ¿Pero, cómo sabemos, si el general Piell sigue vivo?

―Los Separatistas no matarán al maestro Piell, hasta que no obtengan lo que quieren ―aseguró Sheda. ―Él obtuvo las coordenadas, de una ruta secreta, conocida como la Ruta Nexos que atraviesa el corazón de los planetas Republicanos y Separatistas.

―Una ruta vital, para enviar a nuestras fuerzas, a sectores Separatistas remotos ―dijo Avar.

―O el enemigo podría evadir nuestras defensas, y atacar Coruscant ―dijo Plo.

Es preocupante, que alguno de los dos bandos, adquiera esos archivos ―pensó Harry.

―Como se han dado cuenta: Esa ruta del Híper Espacio, es de enorme interés, para ambos lados. ―Dijo Plo. ―Y podría darle una ventaja enorme, al bando que la controle. Eso es todo. ―Luego de salir de la sala de reuniones, acompañado por Sheda y Avar, Plo continuó su explicación. ―Basados en la ubicación en los archivos, tenemos tres posibles ubicaciones, donde podrían tenerlo.

―Lo que más me preocupa, es: ¿cómo burlaremos su seguridad exterior? ―preguntó Sheda. ―No será fácil evadir, sus Sensores Vitales.

― ¿Qué tal, si usamos un Pulso Electromagnético? ―preguntó Harry. ―Puedo ir con Ken, y preguntarle, si podemos usar uno... o dos.

―No es mala idea, Harry ―dijo la maestra Avar, asombrada de que el Jedi Oscuro, hubiera pensado en algo así. El uso de un Pulso Electromagnético, no era para nada común. ―Sin embargo: Podría ponernos en peligro.

La pelirroja de ojos castaños, entendió lo que planeaba su amado. Era un plan loco y suicida. ―Hay naves análogas ―dijo Susan sonriente, colocando su mano sobre el hombro de Harry. ―Tomaremos un par de ellas.

― ¡Oigan, disculpen! ―dijo una voz, que ellos dos ya conocían.

Ambos caballeros Jedi, le dieron una sonrisa, cuando hicieron contacto visual con la Padawan. ― ¡Hola, Ahsoka!

―Escuché, que planean una infiltración. Una misión de rescate ―dijo ella.

La sonrisa de Harry creció, aunque se detuvo en un momento, antes de colocar una mano, en el hombro de Ahsoka. ―La Ciudadela, es una prisión para Jedis, no es un lugar para Padawans. Perdóname, Ahsoka.

― ¡Oh, por favor, déjenme ir con ustedes! ―rogó la chica.

―No es una misión, en la cual puedas aprender, Ahsoka ―dijo Sheda, con una sonrisa en sus labios. Sabía que su figura de hijo y la joven Padawan de Skywalker, tenían algo. ―El riesgo es muy grande: O lo logramos, o jamás volveremos.

―Sigan, les alcanzaré pronto ―dijo Harry, todos se fueron. ―Ahsoka, por mucho que yo te amo, yo no soy tu maestro. Ese es Anakin, y nos eligieron a nosotros, para realizar la misión. ―Él le dio un abrazo a la Togruta, y un beso en la sien, antes de seguir a las mujeres.

―Señor ―dijo Neitan. ―Estamos listos. Tenemos un par de Droides, reprogramados y listos para la misión. ―Todos los participantes de la misión, miraron a los Droides pintados de blanco.

―De acuerdo Neitan ―dijo Harry, para luego mirar al líder de su escuadrón. ―Ken.

― ¡Comandante! ―dijo Ken, esperando las órdenes de su superior.

Pero Sheda habló en el lugar de Harry. ―Preparara a los que participarán en la misión, y vayan a los congeladores.

― ¿Congeladores? ―preguntaron Ken y Neitan.


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La pareja Jedi y varios clones, fueron congelados en placas de metal carbonita, que fueron subidos a una nave y despegaron directo a la ciudadela, la cual era un planeta violeta, el cual tenía ¾ de su estructura, explotada y se podía ver debajo del mismo, un raro color amarillo mostaza.

―Aquí el Mando Central, por favor: identifíquese. ―Pidió un droide Serie T.

―Aquí la nave de carga 1-3-8, solicitando acceso a La Ciudadela ―contestó el droide reprogramado.

―Asegúrense de buscar en cada centímetro de esa nave ―ordenó un líder Separatista alienígena de piel gris y ojos mostaza.

― Sí comandante ―contestó uno de los droides T.

―Los Jedi jamás permitirán, que uno de los suyos sea torturado, para que pueda dar información a los Separatistas ―dijo el comandante Separatista.

― ¿Cuál es su carga? ―preguntó el droide T.

― ¿Cuál es nuestra carga? ―se preguntó el droide. R2, le contestó. ―Provisiones y comida congelada.

―No se desvié de su rumbo actual, hasta que hayamos confirmado su carga. ―Ordenó el droide Serie T.

Los Jedi fueron llevados directamente, a la Boca del Lobo.

Continuará...

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora