Cap. 93: La Regla de Dos (parte 1)

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Harry Potter pertenece a JK Rowling.

Star Wars pertenece a George Lucas (y a Disney)

Harén de Harry.

HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.

SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.


«Cuando tu poder eclipse al mío seré desechable. Esta es la Regla de Dos: un Maestro y un aprendiz. Cuando estés lista para reclamar el manto de Señor Oscuro, debes hacerlo eliminándome.»

―Darth Bane a Darth Zannah


Harry Potter, era solo uno de sus nombres. Solo era una, de sus identidades.

Otro de ellos, era Harry Obaset (como lo llamaban los Jedi)

Era también, Darth Koldin y Harry Kevazz (como lo llamaban los usuarios del lado oscuro)


Y, en estos momentos, estaba dirigiéndose hacia el planeta Almas, en el sistema Cularin, y aterrizó en el lugar, que indicaba la señal de un Busca-Rutas.

Había recibido una llamada de su maestro, quien le pidió encontrarle allí.


Recuerdo

―Tienes todos mis conocimientos, Harry. Y no dudo, en que tengas muchos más. ―Dijo Kaft, a través de una Holo-Llamada. ―Ahora, quiero reunirme contigo, en el planeta Almas, allí voy a contarte algo de extrema importancia. Solo ve con tu Droide de Navegación, y que él capte la señal que enviaré.

Fin del Recuerdo


Harry se había despedido de su madre, quien sintió en la Fuerza, la realidad de las cosas. Le dijo que Ken, le había enviado una llamada de auxilio y que la respondería, pero que tenía un mal presentimiento, y que deseaba que se quedara allí, a salvo en Coruscant, hasta que él le llamara.


Pero Sheda no era tonta.

Sabía, lo que pasaría.

Ella lo supo, justo antes de que el Holo-Comunicador, que una vez Athric le hizo llegar, se activó, enseñando el rostro de su compañero.

―Hoy es el día, ¿verdad? ―aunque intentó ser fuerte, no pudo serlo, y se quebró, comenzando a derramar lágrimas.

Athric suspiró, dolido por lo que él y Harry harían. ―Sí Sheda. Ha llegado el día. Le he enseñado a Harry, todo cuanto sé. Muchos de los conocimientos más curiosos, del lado oscuro, los llevé a la segunda cueva de la Fuerza, que fundamos, para él y sus amigas. Conocimientos, que yo intenté alcanzar, hace ya muchos años, pero en algunos de ellos, no fui... lo suficientemente poderoso, como sí lo fue mi propia maestra: Darth Salphie. Cuando ella creyó que yo no podría seguirle el paso, y que fui una pérdida de tiempo, me enfrentó. Fue un combate muy largo y desgastante.

―Aun así, pudiste derrotarla ―dijo Sheda. Athric enseñó una sonrisa.

―Lo hice. La derroté, en el combate de Sables de Luz. ―Aseguró él. ―Pero... seguía siendo más poderosa que yo, y usé la Fuerza para debilitarla. Cuando pude hacer eso, la dejé mareada, y la atraje con la Fuerza, hacia la fortaleza de Darth Rivan, en el planeta Almas. Rivan tuvo una visión.

― ¿Una visión? ―preguntó Sheda curiosa. ― ¿Sobre qué?

―Sobre la Regla de Dos, de Darth Bane. Y creó un mecanismo en su fortaleza, para que solo dos usuarios de la Fuerza Oscura, pudieran abrirla, y revelar sus secretos. ―Dijo Athric. ―Sin embargo: Se dice que la fortaleza, está llena de trampas. Los Sith y la Republica intentaron destruir la Fortaleza; pero la Torre quedó intacta, a pesar de los ataques enemigos. La leyenda cuenta, que todos los conocimientos que Rivan reunió, están en la torre. Aquí será nuestra batalla. Una batalla de desgaste, más que a muerte, pero...

Star Wars: El Destino de la Fuerza MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora