Un niño ignorante del poder en su interior, que solo ayudó a dos desconocidos, guiado por la bondad de su corazón, alcanzaría un lugar de leyenda, en su planeta natal, y en una galaxia muy muy lejana.
Harry entrenado por Jedi OC y Sith OC.
Harry Har...
HP: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Padma Patil y Susan Bones.
SW: Aayla Secura, Ahsoka Tano y Maris Blood.
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Obi-Wan Kenobi, ha ido en auxilio de su amada: Satine Kryze y su hija: la gobernadora Ihsona Kenobi-Kryze.
Encontrándose con que el grupo terrorista Guardia Letal, ahora cuenta con Usuarios de la Fuerza, quienes están colaborando, para asesinar a la Duquesa, y devolverle a Mandalor, sus años de gloria y guerra.
Pero un antiguo conocido, aparece ante Obi-Wan Kenobi, en busca de venganza.
Obi-Wan miró incrédulo a su actual enemigo. ―Te corté, y...
―Me dejaste caer, a una muerte segura. Sí Kenobi, eso puedo recordarlo bastante bien ―dijo su enemigo, mientras se reía. ―Pero... no te aseguraste... ¡De que estuviera muerto! ―Saltó sobre Obi-Wan, mientras que el sable azul, recibía un golpe del sable negro. ―Y es exactamente, lo que yo me encargaré de hacer contigo: Rematándote.
Comenzaron un veloz combate, entre el Soresu de Obi-Wan y el Juyo de Maul.
Obi-Wan estaba incrédulo, ¿Cómo era posible que Maul estuviera vivo?
Recordaba el combate de su maestro, contra Maul y como creyó que él moriría en varias ocasiones. Aunque, en esa época Maul tenía un sable de doble hoja.
La hoja del Sable Oscuro, era más corta que la de un sable de luz ordinario, quizás tuviera alguna oportunidad de vencer a su enemigo, al tener que ir avanzando, y lanzando estocadas, que obligarían a su enemigo, a centrarse totalmente en la defensa, quizás Maul tuviera una oportunidad, para lanzar un contraataque, en algún momento y podría matar al sujeto, que le dejó sin piernas.
Obi-Wan intentaba crear distancia, con su oponente, mientras balanceaba el sable de luz azul, en movimientos circulares, desviando el sable oscuro, de su cuerpo y manteniéndolo alejado de su torso, piernas y brazos, mientras que trataba de contraatacar.
Maul sabía lo que planeaba su enemigo, así que utilizó todos los trucos que conocía, y uno que otro era improvisado, solo queriendo alejar a su rival. Estocadas y cortes ascendentes, dirigidos hacía las extremidades de Obi-Wan, buscaba distraerlo, el tiempo suficiente, para atacarlo con algo más.
El Jedi fue alejado de su enemigo, golpeando su espalda contra un árbol, causándole un dolor agudo en su espalda. A penas y pudo lograr que sus sentidos se volvieran a encender, para rodar hacía su derecha, mientras que su enemigo caía agachado, justamente donde él había estado y cortaba un árbol, el cual estuvo a punto de caerle encima al Jedi, quien lo movió con la Fuerza, y luego volvió a bloquear con su sable de luz, el sable Mandaloriano, mientras se ponía de pie y retrocedía. ―Maldición, Maul no me está dejando muchas posibilidades de actuar, o contraatacar. ―pensó el Jedi, mientras seguía retrocediendo. Apenas y tenía el tiempo suficiente, para ver el próximo intento de su enemigo, por cortarle un brazo, una pierna, decapitarlo o atravesarle el corazón o algún otro órgano.
Satine abrió los ojos, cuando notó como los dos usuarios de la Fuerza, se estaban dirigiendo a una trampa: Un antiguo templo, en ruinas desde hace casi dos milenios.
Cuando se acercaron lo suficiente, Obi-Wan fue bombardeado con su espalda, como objetivo, por cientos de rocas. El Jedi usó la Fuerza, para alejar los proyectiles, que le arrojaba su enemigo, volviendo al combate con sables de luz. Se agachó, cuando casi lo decapitaban, saltó cuando casi le cortaban las piernas y aprovechó para darle una patada a su enemigo, haciéndole una herida en el labio, logrando que retrocediera. Usó la Fuerza, para alejar a su rival.
Maul le enseñó una sonrisa a su oponente y un sonido mecánico se escuchó en el claro. Sus piernas, eran obviamente mecánicas, pero fue inesperado, pero como convirtieron en patas de araña, antes de saltar sobre el Jedi, bajando rápidamente su sable de luz, haciendo gritar a Obi-Wan, a quien logró cortarle una oreja. Pero cuando intentó acabar con su vida, fue empujado por el Jedi.
Obi-Wan frunció el ceño, mientras el dolor mitigaba muy lentamente, a causa de la Curación de la Fuerza. Suspiró, pero no pudo tener ni un respiro, cuando nuevamente el Zabrak estaba sobre él, solo dándole tiempo de levantar su sable de luz, horizontalmente por encima de su cabeza, y él caía al suelo, producto del choque, del sable oscuro vertical.
Maul le enterró una de sus patas mecánicas, en un muslo a Obi-Wan, mientras se inclinaba hacía el frente, colocando más peso sobre el sable de luz y sobre el propio Obi-Wan, quien estaba a punto de quemarse, por culpa de su sable.
El Jedi lanzó un quejido de esfuerzo, y empujó con todas sus fuerzas, logrando desviar el sable de su enemigo, acabando con su vida, al atravesarle el pecho.
Satine avanzó hacía Obi-Wan, seguida por Ihsona.
La heredera al trono, agarró el sable de luz oscuro.
En eso, aparecieron muchos soldados, comunicándole a la duquesa, que lograron capturar a varios miembros de Guardia Letal, y estaban lentamente restableciendo el orden en Mandalor.
El Jedi les deseó mucha suerte a ambas, y le juró a Ihsona, que vendría próximamente, para celebrarle el cumpleaños, haciéndola sonrojar.
