Capítulo 35

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Amelia estaba de pie, en el centro del cuarto de Luisita, observando todo con detalle, era muy parecido al de Cata y Ciriaco aunque un poco más grande, en el lado de la puerta se encontraba la cama nido de 105cm, enfrente el armario y junto a la ventana, en la otra pared, un escritorio, varias ilustraciones enmarcadas decoraban el cuarto y en la mesa numerosos libros y papeles desperdigados.

- Aquí tienes. - Luisita se acercó y le entregó un pijama amarillo que simulaba a un Minion.

- Menos mal que el amarillo me sienta bien.- Comentó divertida al verlo.

- Todo te sienta bien, Amelia - Soltó acompañada de una sonrisa. - Si me ayudas, saco la otra cama que está debajo.

- No creo que haga falta.

- ¿Por?

- Pues porque creo que en esa cama podemos dormir las dos ¿no? - De pronto se dio cuenta. - ¡Ah! que lo dices por tus padres, porque no podemos dormir juntas.

- ¿Qué? - Le contestó extrañada - No, no por mis padres no, a mis padres les da igual. Son tradicionales pero no tanto, además que para ellos nosotras no estamos juntas, a ver que no quiero decir que estemos juntas, me refiero que ellos no se imaginan que tú y yo... ya sabes... vamos que solo somos amigas. - Consiguió terminar ante la atenta mirada de Amelia.

- En ese caso y si te parece bien, no hace falta sacar la otra cama así también os ahorro un juego de sábanas, que encima que me quedo.

- Encima dices, si te han obligado mis padres. - Sonrío.

- Obligar tampoco ¿eh?

Intercambiaron una mirada cargada de emociones. Iban a volver a compartir cama y aquello les hacía más ilusión de lo que nunca admitirían.

- Bueno, voy a... me voy a poner el pijama. - Dijo tímida la rubia.

Amelia asintió y se giró dándole la espalda para que tuviese algo de privacidad.

- Sí, yo también.

De espaldas comenzaron a desnudarse, se miraban de reojo con miedo a ser descubiertas pero con la sonrisa en los labios y con las ganas en la boca del estómago. Amelia fijó su mirada en la mesa para evitar tentaciones y fue entonces cuando vio el certificado de la PAU y un listado de universidades.

-¿Y esto? - Le mostró el listado.

- Ah... - titubeó - nada, es que estuve revisando papales para tirar.

- Luisita... - Le dijo de forma inquisitiva.

- Es una bobada, Amelia. - Se acercó, le quitó el papel de la mano y lo guardó entre las hojas del primer libro que encontró.

- No es una bobada ¿estás pensando en matricularte?

- No. - Contestó tajante. - Bueno, no sé... puede - dijo con la boca pequeña.

- Pero eso está muy bien, Luisita.

No le contestó, se limitó a mirarla para después meterse en la cama. Amelia la examinó unos segundos antes de acercarse a ella, quizá se había extralimitado, no tenía que haberle dicho nada, pero realmente le parecía muy buena idea que Luisita se plantease ir a la universidad incluso si decidía no ir. El hecho de plantearse un nuevo objetivo le parecía maravilloso aunque para Luisita no fuese así.

- Así que ese es tu lado de la cama. - Preguntó divertida para intentar acabar con aquella tensión que se había generado en cuestión de segundos.

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