Capítulo 58

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Apenas faltaba media hora para llegar a donde María les había mandado y Ciriaco comenzaba a ponerse nervioso. Amelia no le había quitado ojo durante todo el viaje y comprobó como cada vez que se asustaba o sucedía algo que no estaba en sus planes se aferraba a la pelota que le dio en la estación, le seguía asombrando lo rápido que aprendía, como lo absorbía todo y lo intentaba llevar a la práctica. 

- ¿Cuánto falta? - Preguntó Ciriaco apretando la pelota.

- No mucho, según  el gps en veinte minutos estamos en El Palmar.

- ¿El Palmar pero no íbamos a Cádiz, capital?

- Yo que sé, Amelia, mi hermana cambia de lugar cada dos por tres. Habrá conocido a alguien de ahí y se estará quedando en su casa a saber. Nacho y ella son muy así.

- Muy así ¿cómo? - Quiso saber Amelia.

- Pues de vivir la vida.

- ¡Ah! Que tú no la vives - Le dijo irónica aun sabiendo que ese comentario no le iba hacer mucha gracia.

- Bueno, hay formas y formas y no vamos a empezar a debatir, Amelia, que no quiero pensar. - La morena reprimió una risa.

Luisita tenía claro que no iba a pensar en su vida ni en su futuro, que el día de hoy lo viviría al máximo, disfrutaría de la playa, del sol, de su hermana y de Amelia porque sabía que ese día sería el último de las dos. Iba a disfrutar de su libertad.

- Tengo ganas de conocer a tu hermana, la verdad. - Comentó Amelia.

- Yo creo que os vais a llevar muy bien.

- Eso espero, no sé, estoy como nerviosa. - Admitió la morena.

- María es un encanto y es casi más habladora que yo, así que no te preocupes que te hará sentir como en casa, además que ella es una Gómez.

 - ¿Qué quieres decir con eso?

- Pues que la vas a conquistar como a toda mi familia.

Amelia soltó una carcajada que provocó un torbellino de emociones en Luisita, le encantaba ser ella la causante de esa risa.

- ¡Qué exagerada eres!

- No, es verdad, dime un miembro de mi familia que no te adore.

- Todavía me queda gente por conocer: Lola, Nico, Leonor

- Te van adorar, créeme, si te adoro yo... - Miró a Amelia con una amplia sonrisa. -  A ver vamos a repasar el planning de hoy ¿vale? - Propuso Luisita mirando a Ciriaco por el retrovisor.

 - Llegamos a El Palmar, vamos donde nos diga María que imagino que será un chiringuito a pie de playa, porque conocemos a María y sabemos que a ella le pierden los chiringuitos, comeremos con Nacho y con ella y a las cinco hemos quedado con Elisa y sus padres en un bar de la zona.

- Será un chiringuito y no un bar. - Matizó Ciriaco.

- Seguramente. - Le sonrió. - Y a partir de ahí feel free. Nos iremos cuando tú quieras, Ciriaco.

- ¿Y si no me quiero ir?

- Hombre, nos tenemos que ir o si no mamá me mata.

"O Lola" pensó para ella.

****

Como bien supusieron, María las citó en un chiringuito que por lo visto era de un amigo suyo y que, casualmente, él vivía en Vejer que es donde se estaba quedando la pareja.

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