Capítulo 56

2.2K 346 82
                                    

Amelia seguía hablando con el joven de la gasolinera mientras Luisita hablaba con María.

- Preferimos pasar la noche aquí, no me gusta conducir tan de noche.

- Es entendible, avísame cuando salgáis, de todos modos, te mando ahora la ubicación donde estamos, intentaré a ver si consigo que alguien os deje a Amelia y a ti una habitación o algo.

- No te preocupes, María, si será como la visita del médico. Ciriaco cuenta con que verá mañana a Elisa. ¿Puedes encargarte de eso?

- ¿Encargarme?

- Sí, hablar con los padres de Elisa para que se puedan ver, quedar en algún parque o en alguna playa de la zona. Ciriaco necesita verla y despedirse de ella.

- Vale, vale, haré lo que pueda pero ¿tenéis su número?

- Sí, Carlos el director del colegio, nos lo ha facilitado, nos ha costado porque se supone que no debe, pero sabe lo importante que es Elisa para Ciriaco. 

- ¿Pero es tan importante?

- ¡Uy! Pero si es su primer amor, María, y no sabes lo que le gusta, es más mono. - Ambas hermanas rieron.

- ¡Qué ganas de veros! Os echo mucho de menos aunque no lo creáis.

- Me lo creo, me lo creo, pero ojalá pudiera tener yo la libertad que tienes tú, ir de un lado a otro sin tener que dar explicaciones con la persona que quieres. - Miró a Amelia que seguía en la gasolinera.

- Sis ¿estás bien? 

- Sí, sí, muy bien.

- ¿Seguro?

- Segurísimo.

- Aun así hablamos mañana que creo que me tienes que contar muchas cosas.

- Claro, nos ponemos al día. ¡Uy! Espera, creo que me está llamando Lola. - Miró la pantalla del móvil y efectivamente era su hermana. - Te cuelgo, a ver qué quiere ahora.

- Vale, sis. Te quiero.

- Y yo a ti.

Colgó a María y al segundo descolgó la llamada de Lola.

- Dime Lola ¿Qué pasa? - Le extrañaba que la llamase a esas horas.

- ¿CÓMO QUE ESTÁS YENDO A CÁDIZ? ¿QUÉ ES ESO DE CÁDIZ? - Le gritó.

- A ver, Lola, cálmate, estoy yendo a Cádiz pero es ir y volver, voy por una cosa de Ciriaco.

-¿Ciriaco? ¿Qué le pasa a Ciriaco? - Fue nombrar a Ciriaco y bajar el tono.

- Necesita despedirse de Elisa, la chica que le gusta o su novia, no estoy muy segura de lo que es.

- ¿Y para eso vas a Cádiz? - Respondió quitándole importancia al asunto.

- Claro, Ciriaco necesita verla.

- Es un niño puede esperar. No entiendo como puedes priorizar de esa forma sabiendo todo el percal que tengo en casa.

- Bueno... pues porque Ciriaco me necesita también y es más urgente lo suyo. - Se defendió.

- ¿Y tú qué sabes lo que es urgente o no? ¿Cómo puedes juzgar de esa manera, Luisa? - Le reprendió de manera altiva.

Aquello le hizo más daño de lo que pensaba. Lola siempre había ejercido sobre ella una gran influencia, sus palabras, su opinión afectaban más a Luisita de lo que parecía y para la rubia, su hermana tenía razón, como siempre, ella no era nadie para juzgar. Nunca lo fue.

KintsugiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora