- ¿Y? - Le preguntó Amelia a Luisita que estaba con el móvil.
- Nada, en el bar no está.
- Marisol y Manolín han ido a buscarle por los alrededores y tu madre está dentro del colegio.
- ¿Qué hacemos? - Dijo Luisita impotente. Aquella situación le superaba.
- Tranquila, Luisi. - Amelia se acercó a ella y la intentó consolar.- Pensemos. - Propuso.
- Pensar ¿el qué? Como le haya pasado algo, Amelia, me muero. - No pudo evitar aferrarse a su brazo al igual que la morena no pudo evitar atraerla hacia su cuerpo y abrazarla.
- Lo encontraremos, ya verás, Ciriaco es un chico muy inteligente. - Luisita se separó limpiándose la lágrimas.
- Pero ¿dónde? - Preguntó desesperada.
- A ver... - Hizo una breve pausa. - Si el amor de tu vida se fuera ¿qué harías?
Luisita la miró a los ojos.
- Me iría a buscart..la. - Respondió sin dudar.
- Pues venga, vámonos. - Propuso Amelia agarrándola de la mano.
- ¿A dónde?
- A la estación de autobuses, es lo que está más cerca de aquí.
Fueron en el coche de Luisita , sabían que en casos de desaparición, el tiempo siempre jugaba en contra
- Puedes mandarle un whatsapp a mi madre y avisarle de lo que vamos hacer. - Le pidió a la morena.
- ¡Claro! Lo único que no tengo su móvil. - Contestó apurada.
- No te preocupes, mandalo desde el mío. - Le entregó su móvil. - El código es 2210.
Amelia marcó los dígitos y el móvil se desbloqueó dejando ver un fondo de pantalla de margaritas, no le sorprendió, conocía de la obsesión de la rubia por las margaritas. Sonrío divertida.
- ¿Qué pasa? ¿Por qué sonríes? - Preguntó mientras mantenía la mirada fija en la carretera.
- Tu fondo, que son margaritas.
- Ya, bueno, es que me encantan.
- Lo sé. - Sonrió tímida.
Tras aquella breve intervención, Amelia se metió en el whatsapp y comenzó a buscar un chat que fuera "Mamá móvil" o similar hasta que, de pronto, sus ojos dieron a parar con su chat, con el chat de Amelia, vio su foto y su nombre; Luisita le había guardado como Amelia ❤️❤️
¿Le había puesto dos corazones?
Sintió un pellizquito en la boca del estómago.
- ¿Lo encuentras? Está como Mamá no hay más que una. - Luisita la sacó de sus pensamientos.
- Sí, sí, lo acabo de ver. - Envió un mensaje donde resumía lo que tenían pensado hacer y dejó el móvil en la guantera.
A los pocos minutos ya habían llegado, aparcó en el primer sitio que vio y se fueron en busca de Ciriaco. Ambas tenían la esperanza de que estuviese ahí.
- Y si no está, Amelia. - Le confesó con miedo.
- Seguiremos buscando, no creo que se haya podido ir muy lejos.
- Ojalá, Amelia, que aunque es muy válido no deja de ser un niño.
- Lo sé, estate tranquila. - Le agarró la mano en señal de apoyo.
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Kintsugi
Roman d'amourEl kintsugi es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Amelia y Luisita tendrá...