Capítulo 140

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Llevaba más de media hora removiendo el café, Lola la miraba con interés mientras esperaba la vuelta de Nico, se lo habían llevado para hacerle más pruebas y asegurarse de que todo estaba bien.

- ¿En qué piensas? - Rompió aquel silencio al ver que su hermana vertía el café y no se daba ni cuenta.

- No, en nada. - Contestó después de un pequeño sobresalto que le hizo tirar la mitad del café.

- No tenía pinta de no ser nada.

- Estaba pensando en Nico. - Fue lo primero que se le ocurrió. - He pensado que si nos dicen que todo está bien igual podemos hacer una fiesta. Una de fiesta de temática de dinosaurios. - Dijo emocionada.

- ¿Una fiesta?

- Sí, para celebrar que está bien. 

- No sé, Luisita, igual es demasiado pronto.

- Nunca es pronto para celebraciones, deberíamos de celebrar más a menudo, siempre estamos rodeados de cosas negativas. - Observó la cara de dubitativa de Lola. - Piénsalo, en estos últimos años no han parado de pasar desgracias y son cosas que no podemos evitar, golpes que nos da la vida, por eso, con más motivos, debemos celebrar todo lo bueno, no limitarnos  solo a los cumpleaños o a la bodas, celebrar los pequeños logros o no tan pequeños, que Nico esté con nosotras es para celebrarlo

- Y que tú estés aquí también... - Añadió Lola recordando la estancia de Luisita en el hospital. -  y Amelia. 

- Y Amelia - Repitió la rubia melancólica. 

¿Se habrá ido ya? Fue lo primero que se le pasó por la mente cuando escuchó su nombre.

- ¿Sabes algo de ella? 

Negó con la cabeza, durante la noche estuvo tentada, en más de una ocasión, de escribirle e incluso de ir a verla al hotel pero no se atrevió. Seguía con sus dudas de siempre. 

- ¿Por qué te estás haciendo esto, Luisita?

Se quedó varios segunda pensativa, intentando recolocar sus sentimientos, valorando la situación y buscando las palabras exactas.

- Antes de venir, Amelia y yo discutimos, discutimos como nunca antes lo habíamos hecho y por fin explotó. Me dijo lo que llevaba meses pensando y no se atrevía a decir. Me dijo que tú estabas por encima de ella, que Nico estaba por encima de ella. 

- Pero eso no es verdad...

- No es verdad para tí pero sí para ella. Y si pienso en mis decisiones parece que siempre anteponía tus necesidades a las de ellas, pero lo que pasaba es que abuse de su comprensión, ella siempre me entendía, sabe lo importante que es Nico para mí y nunca me dio a elegir y yo nunca supe equilibrar la balanza.

- No estoy entendiendo.

- Amelia quería que me fuera vivir con ella, quería una estabilidad aunque yo me fuera dos semanas a Barcelona, quería saber que yo iba a volver, que mi lugar era con ella, que daba igual el tiempo que estuviéramos separadas porque yo volvería a nuestra casa. Nunca le he dado esa seguridad. Siempre he actuado como una veleta, esperando a ver en qué dirección sopla el viento, sabía que Amelia estaría ahí pero ella necesitaba saber que yo iba estar, que ella era mi lugar donde volver.

- ¿Y ahora no lo es?

- No lo sé...

- ¿Cómo que no lo sabes?

KintsugiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora