Luisita se había atrevido a levantarse de la cama, estaba cansada de estar tumbada y muy nerviosa, Montse no había vuelto a darle información y María y Lola apenas habían ido a visitarla. Caminaba de un lado a otro de la habitación con ayuda del portagotero, miraba cada segundo su móvil y dudaba en si llamar a Amelia para poder calmarse y que el tiempo pasase más rápido.
Decidió salir del cuarto, necesitaba hablar con alguien, soltar todos esos nervios. Comenzó a pasear por el pasillo, cruzándose con varios pacientes que la saludaron con un gesto de cabeza, estar allí unía, la vulnerabilidad unía.
Se fijó en el puesto de enfermeras, ninguna de las que estaban ahí las había visto antes. Las observó con sus uniformes, una rellenaban informes mientras otras hablaban de los diferentes pacientes.
- Le has dado la medicación a la 3.
- Sí y todo bien.
- La saturación de Román estaba a 90.
- Vigilale y ponle oxígeno si ves que va a más.
Del ascensor salió una chica muy joven, llevaba una caja de bombones y tenía los ojos llorosos.
- Pilar, no hacía falta - Comentó una de sus compañeras nada más verla.
- Es que como es mi último día - Respondió emocionada.
- Has sido una alumna maravillosa, te va a ir genial ya verás. - Comentó la misma compañera mientras se acercaba a ella y la abrazaba.
Tras aquella escena, Luisita sintió una ligera envidia, envidiaba la gente que era capaz de disfrutar tanto de su trabajo, de las risas entre compañeras, del valor de hacer lo que uno quiere. A pesar de todo lo vivido, seguía anclada en el pasado. No era fácil soltar y dejarse llevar.
Pensó en Amelia, en como ella continuaba lidiando con esos sentimientos de culpa, con el fantasma de Alex rondando aún en su futuro, no era justo que ninguna de las dos fuesen capaces de cerrar la puerta, no era justo que teniéndose la una a la otra no pudiesen curarse las heridas.
- Justo estaba pensando en tí. - Respondió al teléfono.
- ¿Ah? Sí... - Dijo con un poco de provocación.
- Estaba pensando en nosotras.
- ¿En nosotras? Espero que para bien.
- Pensaba en nosotras en futuro, en lo poco que me cuesta imaginarme un futuro contigo.
- ¡Eso me gusta!
- Pero...
- ¡Uy! Ese pero...
- Pero lo difícil que es imaginarme mi futuro.
- ¿Qué quieres decir?
- No sé, Amelia... es que... gracias a ti he recordado lo que quería pero...
- Sigues sin atreverte a ir a por ello ¿no? - Completó la frase de Luisita.
- Si, hay algo que me lo impide, sigo sin poder dar ese salto de fe y una parte de mí quiere, quiero lanzarme igual que me lance contigo.
- El hecho de que te lo estés planteando y de que estés siendo consciente de tus limitaciones es un paso muy importante. Date tiempo... poco a poco... siempre has sido muy impaciente y entiendo que quieras las cosas ya pero sabes que todo tiene sus tiempo, nosotras lo tuvimos.
- Odio ser tan cobarde. - Murmuró apenada mientras miraba el ir y venir del personal sanitario.
- Y si lo odias ¿ por qué no lo cambias?

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Kintsugi
RomanceEl kintsugi es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Amelia y Luisita tendrá...