- ¡Sister! - María entró, sin llamar a la puerta, con esa alegría desbordante tan característica de los Gómez, despertando a una Luisita malhumorada.
- Hija, María que energía a estas horas de la mañana. - Se quejó.
- Y vaya humos el tuyo. No has dormido ¿ o qué?
- Muy poco, no he parado de pensar en Amelia.
- ¿Y eso?
- Ayer tuvo un enfrentamiento con Lola y salí a defenderla.
- Eso está muy bien, Lola está insoportable y ya lo siento porque es mi hermana y la quiero.
- ¿No la has visto?
- Acabo de dejarla con Nico.
- ¿Has pasado tú la noche con él?
- Sí.
- ¿Cómo está?
- Le veo tristón, le cuesta dormir y suele despertar con pesadillas.
- Pobrecito mío, lleva con pesadillas mucho tiempo, yo siempre le canto y le acaricio el pelo, así consigo que se relaje.
- Tomo nota. - Contestó sonriente, era consciente de la preocupación de Luisita por su sobrino, desde que nació siempre estuvo muy pendiente de él.
- ¿Te vas a quedar aquí?
- Sí, hasta que a Nico le den el alta.
- Pero eso puede ser mucho tiempo.
- Ya, pero Lola está desbordada además de inaguantable. - Comentó divertida.
- ¿Y Roberto?
- Sigue en Mallorca por negocios.
- Bueno, igual cuando me den a mi el alta me puedo quedar y así tú te vas.
- ¿No te vuelves con Amelia?
- No lo sé. Me preguntó ayer y no le supe contestar, tenemos que hablar de ese asunto.
- De ese asunto y de otros porque no podéis estar así, todo el rato entre el sí y el no.
- No, no, si eso ya está hablado.
- ¡Qué dices!
- Sí, antes de que se fuera, lo hablamos y ya hemos dicho que somos novias. - Dijo con una amplia sonrisa.
- Pero sister cuando me lo ibas a contar- No pudo evitar abrazar a su hermana.
- Pues no lo sé, tampoco creí que fuera a cambiar mucho la cosa, vosotros siempre la habéis tratado como si fuese mi novia ¿no?
- Eso sí es verdad, hija, es que lo erais, hacíais cosas de pareja todo el rato. - Contestó jocosa.
- ¡Qué boba! El caso es que somos novias, lo que no sabemos es qué haremos cada una, Amelia se ha ido a Madrid por un caso y me da que va a estar tiempo ahí, no es algo que pueda solucionar en un día y yo...
- ¿Tú qué?
- Pues que en parte me quiero ir a Madrid con ella, este caso le toca mucho aunque no me lo diga y sé que le va a traer viejos fantasmas y que va a tener días malo y me gustaría poder estar con ella, la verdad.
- ¿Y qué te lo impide?
- Lola, Nico...
- Pero ya estoy yo. - Respondió con obviedad.

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Kintsugi
RomanceEl kintsugi es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Amelia y Luisita tendrá...