Capítulo 87

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- ¡Sister! - María entró, sin llamar a la puerta, con esa alegría desbordante tan característica de los Gómez, despertando a una Luisita malhumorada.

- Hija, María que energía a estas horas de la mañana. - Se quejó.

- Y vaya humos el tuyo. No has dormido ¿ o qué?

- Muy poco, no he parado de pensar en Amelia.

- ¿Y eso?

- Ayer tuvo un enfrentamiento con Lola y salí a defenderla.

-  Eso está muy bien, Lola está insoportable y ya lo siento porque es mi hermana y la quiero.

- ¿No la has visto?

- Acabo de dejarla con Nico.

- ¿Has pasado tú la noche con él?

- Sí.

- ¿Cómo está?

-  Le veo tristón, le cuesta dormir y suele despertar con pesadillas.

- Pobrecito mío, lleva con pesadillas mucho tiempo, yo siempre le canto y le acaricio el pelo, así consigo que se relaje. 

- Tomo nota. - Contestó sonriente, era consciente de la preocupación de Luisita por su sobrino, desde que nació siempre estuvo muy pendiente de él. 

- ¿Te vas a quedar aquí? 

- Sí, hasta que a Nico le den el alta.

- Pero eso puede ser mucho tiempo.

- Ya, pero Lola está desbordada además de inaguantable. - Comentó divertida.

- ¿Y Roberto?

- Sigue en Mallorca por negocios.

- Bueno, igual cuando me den a mi el alta me puedo quedar y así tú te vas.

- ¿No te vuelves con Amelia?

- No lo sé. Me preguntó ayer y no le supe contestar, tenemos que hablar de ese asunto.

- De ese asunto y de otros porque no podéis estar así, todo el rato entre el sí y el no.

- No, no, si eso ya está hablado.

- ¡Qué dices!

- Sí, antes de que se fuera, lo hablamos y ya hemos dicho que somos novias. - Dijo con una amplia sonrisa.

- Pero sister cuando me lo ibas a contar- No pudo evitar abrazar a su hermana. 

- Pues no lo sé, tampoco creí que fuera a cambiar mucho la cosa, vosotros siempre la habéis tratado como si fuese mi novia ¿no?

- Eso sí es verdad, hija, es que lo erais, hacíais cosas de pareja todo el rato. - Contestó jocosa.

- ¡Qué boba! El caso es que somos novias, lo que no sabemos es qué haremos cada una, Amelia se ha ido a Madrid por un caso y me da que va a estar tiempo ahí, no es algo que pueda solucionar en un día y yo...

- ¿Tú qué?

- Pues que en parte me quiero ir a Madrid con ella, este caso le toca mucho aunque no me lo diga y sé que le va a traer viejos fantasmas y que va a tener días malo y me gustaría poder estar con ella, la verdad.

- ¿Y qué te lo impide?

- Lola, Nico...

- Pero ya estoy yo. - Respondió con obviedad.

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