Capítulo 99

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Despertó a las pocas horas con los ojos hinchados de tanto llorar. Desde la noticia de Nico, Luisita casi no había podido dormir, sus pensamientos, su preocupaciones, su todo giraba alrededor de su sobrino y de su hermana quien seguía insistiendo en no querer quimioterapia para su hijo.

Observó el reloj de la habitación, eran las siete de la mañana, sentía los músculos agarrotados y un intenso dolor de cabeza, estaba asqueada de aquella habitación, de aquel olor y de la decoración simple y rudimentarios, necesitaba salir de ahí. Necesitaba volver a casa.

Se levantó con dificultad, a pesar de los días y de la recuperación, le seguía doliendo el pecho, a veces notaba punzadas en el costado, las costillas seguían sin curarse del todo, en parte por su culpa, no hacía reposo por más que las enfermeras y su médico se lo habían dicho, estar tanto tiempo en la cama le aburría demasiado y eso que María no había dejado de visitarla y sus padres y hermanos la llamaban todos los días, así se enteró de que Ciriaco había insistido en visitar a Amelia lo cual agradeció, se imaginó que estar ahí sola no debería de ser muy agradable a pesar de que sabía que la morena estaba acostumbrada a estar sola pero la conocía, y sabía que si su padre y Ciriaco iban a verla se alegraría y se animaría. Y así fue. 

Salió de la habitación y lo primero que hizo fue mirar al puesto de enfermeras, estaba Montse y otra chica nueva, que venía del grado de enfermería.

- Buenos días Luisita - Saludó Montse con una amplia sonrisa.

- Hola Montse. - Se acercó a ellas. - ¿Qué tal la noche?

- Tranquilita, no ha habido mucho jaleo.

- Me alegro ¿y  Emilio, el de la 7? ¿bien? Le oí quejarse durante el día de ayer.

- Sí, ha pasado buena noche, ya sabes que él es más de día. - Contestó divertida. - ¿Qué haces despierta tan pronto?

- No podía dormir, no paro de darle vueltas a lo de Nico.

-  Es una situación difícil pero  no hay que perder la esperanza.

- Hoy le hacen pruebas para ver si tiene metástasis en el pulmón, han querido esperar a que Nico se recuperara un poco antes de hacerle nada. Después de la operación estaba muy cansado.

- Fue una operación dura y de muchas horas pero todo salió bien, te tienes que quedar con eso.

- Ya, eso intento... 

Sonó el timbre de una de las habitaciones.

- Vaya, lo siento, me tengo que ir, luego te veo.

Ambas enfermeras salieron pitando hacia la habitación. Luisita las miró , regresó a la habitación y, antes de volver a acostarse, escribió a Amelia.

LUISITA [7:09]

Llámame cuando te despiertes.

Abrió el ojo, había pasado dos horas desde el mensaje de Amelia y le sorprendió que no tuviera ningún mensaje, siempre se despertaba antes que ella. Se dirigió al baño, se aseó y volvió a salir la pasillo, esta vez, había más vida en él; varios médicos entraban y salían de las habitaciones, algunos pacientes paseaban por el lugar y otros eran trasladados a otras plantas para realizarse las pruebas pertinentes. Así era todas las mañanas, a  partir de las 9:00 aparecía el personal del hospital con los desayunos y a las 10:00 comenzaban las visitas de los médicos donde informaban al paciente de su estado y de si tenían que hacerse más pruebas o no. En el caso de Luisita, ella se había ido del cuarto antes de que llegara su médico, el doctor Carnicero, y paseaba con la cabeza en Nico y en Lola.

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