Capítulo 76

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Necesitaba hablar con Luisita, que le confirmara lo que María le había dicho aunque no dudaba de su palabra pero necesitaba oír a la propia Luisita que volvía a Madrid para estar con ella. 

Subió hasta la planta de la UCI; eran las diez y media de la mañana, probablemente el médico ya habría pasado por la habitación de Luisita, rezó para que le quitaran la sedación ese mismo día.

- Amelia ¿Dónde te habías metido? - Le preguntó Marcelino en cuanto la vio por el pasillo.

- Me fui a desayunar, necesitaba que me diera un poco el aire.

- Normal, no habrás dormido nada.

- Muy poco  ¿se sabe algo de Luisita?

- Tenemos buenas noticias, le van a quitar la sedación.

- ¿En serio? - Amelia contuvo la emoción. - eso es que va todo bien ¿no?

- Sí, las horas de ayer fueron las más críticas, dicen que hubo una mejoría muy significativa a partir de las seis de la mañana. La inflamación disminuyó considerablemente, tienen que esperar unas 24 horas para que siga mejorando y esta noche ya le irán reduciendo la medicación.

- ¡Ay! Marcelino ¡Qué alegría! 

- Nos han dicho que podemos estar hasta las 12 con ella. Entra.

- No, tranquilo, no hace falta.

- Lo estás deseando Amelia, además te has pasado toda la noche con ella. Entra.

Amelia no se resistió más, entró con cuidado. Manolita estaba en la silla agarrada de la mano de su hija, no sintió su presencia.

- Hija mía, qué ganas de volver a tenerte con nosotros. Vaya susto que nos has dado. Nos tienes a todos preocupadisimos, hasta María se ha venido de Cádiz, decía que no quería dejarte sola, que tú capaz que no querías volver de donde estuvieras, ella y su humor negro y sabes también quién ha venido; Amelia, tu Amelia, se ha quedado toda la noche contigo, bueno, en la sala de espera,  porque no le han dejado entrar si no hubiese estado a tu vera toda la noche. Nos hemos estado turnando para poder estar con Nico, no para de hablar de tí, está preocupado por ti. Ves, cariño, tienes mucha gente contigo, tienes que ponerte bien para estar con nosotros.

Amelia carraspeó.

- ¡Ay! Amelia, cariño, ¡Ya estás aquí!

- Perdona, no quería interrumpir.

- No te preocupes, hija, ven siéntate - Manolita le cedió el asiento. - Voy aprovechar que estás tú aquí para llamar a Nacho y hablar con Ciriaco.

-  ¿Cómo está?

- Parece que bien, entre Nacho y Elisa...

- Nacho adora a Ciriaco. - Afirmó Amelia.

Había visto como Nacho había estado pendiente de Ciriaco los días que estuvieron juntos. Sabía que con él estaría bien.

- Es un buen muchacho - Respondió Manolita -   Voy a ir a la cafetería ¿quieres algo?

- No, muchas gracias, Manolita.

- En un rato volvemos, ya sabes que puedes estar hasta las 12 ¿no?

- Sí, luego me paso donde Nico.

- Muy bien.  

Se acercó a Luisita antes de irse y le dejo un beso en la frente.

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