Capítulo 126

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Ambas asintieron con la cabeza, Amelia cogió aire y entró encabezando al grupo, sin embargo, cuando apenas se habían adentrado más de tres metros, la morena se giró y sin mediar palabra salió del edificio.

Luisita y Natalia intercambiaron varias miradas y se fueron tras ella. 

- ¡Amelia! - Gritó la rubia corriendo tras ella.

- ¿Qué pasa? - Preguntó Natalia en cuanto Amelia se detuvo en la acera de enfrente.

Tenía la respiración agitada y los ojos vidriosos.

- ¿Amelia? - Se acercó a ella y la contuvo entre sus brazos antes de que ese torrente de emociones fuera a más.

Natalia inspeccionó la calle y el edificio intentando descubrir que había visto Amelia para reaccionar de aquella forma, sin embargo, todo parecía estar en orden, no distinguió a nadie en particular ni nada fuera de lo común.

- Amelia ¿qué has visto? - Preguntó la pelirroja con dulzura.

Y entonces lo vio, vio aquella estampa en todo su esplendor.

- No me lo puedo creer - Murmuró.

- ¿Qué? - Preguntó Luisita preocupada, recorrió el lugar con la mirada pero no vio nada. - ¿Qué pasa? ¿Qué has visto? - Le dijo a Natalia mientras seguía abrazando a Amelia que poco a poco iba recuperando la respiración.

- No me puede ser - Fue lo único que logró pronunciar Natalia.

- Pero ¿qué pasa? - Insistió Luisita, comenzaba a ponerse nerviosa por aquella falta de información - ¿Qué habéis visto?

- A  mi padre - Soltó Amelia mientras se separaba de Luisita sin soltarla de la mano.

- ¿Tu padre?

- Mi padre con una mujer que no es mi madre.

Se fijó en la entrada del edificio y los vio, vio a un hombre que pudo reconocer de alguna foto que le había enseñado Amelia en una ocasión abrazado a una mujer de unos cincuenta años que no era su madre.

- No... - Musitó. - Igual por eso te llamaba tu madre para...

- Para contarme que ¿ya no están juntos? -  Completó el pensamiento de la rubia.

- Tiene sentido. - Afirmó Natalia.

- No me lo puedo creer... - Repitió Amelia varias veces observando incrédula aquella imagen de su padre con esa mujer. - ¿Y quién es esa?

-  Ni idea... - Contestó Luisita encogiéndose de hombros.

- Es Concha Ferrer. - Informó la pelirroja.

-¿Concha? ¿Concha? - Dijo Amelia más sorprendida aún.

- ¿Con la que habíamos quedado? - Añadió Luisita.

- La Defensora del pueblo.... - Terminó la frase la morena.

- Este giro sí que no me lo esperaba - Confesó Luisita. - ¿Qué hacemos?

- Vamos a esperar a que se vaya mi padre y acudiremos a la cita - Dijo Amelia con entereza, no iba a permitir que aquella sorpresa trastocase todos su planes.

****

La cita con Concha Ferrer fue un desastre, a pesar de los informes, de los múltiples argumentos de Natalia y de Amelia, Concha se mantuve férrea a su decisión, no lo veía de la misma forma que las psicólogas, consideraba que Carmen y su estado de salud era un riesgo para la salud mental de Marta, por ello iba a incapacitar a Carmen y quitarle la custodia. 

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