Pancho Posesivo

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Entramos a la casa de Charlotte, todo estaba en silencio, seguro ella estaba abajo dentro de aquel extraño portal.

—¿Entonces, qué piensan de las chicas que trajo Marcus?

Preguntó Skeleton, Cooper sonrió.

—Parecen ser agradables, además de chistosas, puedes ver a través de ellas.

Dijo riendo divertido.

—No tienes que preocuparte por ellas, sólo vinieron a conocer, seguro se irán pronto.

Dije sin tomarle mucha importancia.

—Eso no importa, me refiero a que si ellas de verdad sabrán algo.

Dijo Skeleton dejándose caer en el sofá.

—¿Si supieran algo por qué lo ocultarían?

Pregunté sin entender, Cooper bajó la mirada.

—Quizás ella no quiere regresar por mi culpa. Nadie quisiera ser familiar de alguien como yo, soy demasiado pequeño, torpe, curioso, débil, además no recuerdo casi nada...

Dijo Cooper comenzando a lagrimear.

—Y no olvides llorón.

Dijo Skeleton.

—Eso estuvo fuera de lugar.

Lo regañé mientras abrazaba a Cooper intentando consolarlo.

—Era una broma para animarlo.

Dijo Skeleton haciéndose el inocente.

—Tu no tienes la culpa, Cooper, ella parecía muy emocionada de finalmente haber encontrado a su hermano, seguro que hay otro motivo.

Dijo acariciando su cabeza, él comenzó a respirar profundo para intentar calmarse.

—¿Cuándo será el día que no estemos buscando a alguien?

Preguntó Skeleton al aire, sin dirigirse a nadie en la realidad.

—Vamos, será mejor ir a dormir, mañana deberemos tener mucha energía para seguir buscando.

Dije, Cooper pareció animarse un poco más, asintió con la cabeza mientras comenzaba a ir hacia las escaleras.

—Primero iré a ver a Pancho.

Dijo comenzando a subir, ambos lo miramos hasta que entró a la habitación y cerró la puerta.

—Es difícil entender que pasa por la mente de ese pequeño, cambia de humor muy rápido.

Dijo Skeleton comenzando a jugar con una de sus flechas.

—Casi no sabemos nada de él, por eso nos cuesta entenderlo.

Dije con la intención de comenzar a caminar hacia las escaleras.

—Creí que tu lo entendías mejor, después de todo se pusieron de acuerdo para secuestrarme.

Comentó, siempre volvía al mismo tema.

—Ya te dije que no estas secuestrado, puedes irte cuando tengas ganas.

Respondí comenzando a subir las escaleras.

—Olvídalo, no me iré mientras tenga un motivo de estar aquí.

Dijo mirando al techo, rodé los ojos, ambos eran igual en el sentido que son difíciles de entender.

—Como sea, buenas noches.

Dije subiendo hacia la habitación. Afuera ya comenzaba la tormenta, no pareciera que fuera a pasarse pronto.

Entré a la habitación, Cooper estaba sobre la cama jugando con Pancho.

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