Pastel Y Anecdotas

155 21 28
                                    

Mientras esperaba que ella terminara de sacar todo lo que iba a necesitar para preparar el pastel me recargué en la pared.

Stevens salió de su habitación, llevaba en una mano la pluma de Pancho a la que parecía que la había llenado de tinta o algo así, en la otra mano llevaba aquel libro donde dice escribir sus aventuras.

Con esa misma emoción con la que se había llevado la pluma a su habitación se sentó en el sofá más grande, abrió la libreta y comenzó a escribir. Parecía concentrado.

Reí imaginando que escribiera algo como "el día de hoy obtuve una pluma de pollo apestoso la cual llene de tinta y con la que ahora escribo aquí."

Pancho salió de debajo del sofá, al parecer era su escondite. Miró a Stevens, saltó sobre el sofá y al ver que Stevens no le prestaba atención se acurrucó a su lado sin perder de vista en ningún momento la pluma.

—Listo, haremos el pastel más grande que nadie haya hecho jamás.

Dijo emocionada, sonreí al ver su entusiasmo mientras me acercaba para ayudarla en su tarea.

Comenzamos con los ingredientes secos, luego agregamos huevos y leche, para hacer la masa. Repetimos muchas veces esta misma operación, pues Charlotte no bromeaba cuando dijo que haríamos el pastel más grande que nadie haya hecho jamás.

Una vez que terminamos de hacer los panes hicimos el relleno con leche y frutas, cada relleno era de un sabor diferente, pero Charlotte aseguraba que cuando se comieran todos juntos sabría delicioso. Después preparé la cobertura para decorarlo mientras ella cortaba fruta en pequeños pedazos para que también fueran parte de la decoración.

Era su idea y parecía tan emocionada que no me importó cuando ella me pidió que la dejara decorarlo ella sola, Estaba por comenzar a decorar cuando llegaron los chicos.

—Seguro que tendrán hambre y frío después de jugar todo el día allá afuera, hay que darnos prisa.

Dijo Charlotte sonriendo, asentí con la cabeza aunque ella estaba haciendo todo lo que restaba.

—Espero que sea suficiente.

Dije bromeando, ella sonrió divertida.

Los chicos saludaron a Stevens y Pancho que estaban en la sala.

—Espero que no la hayas arrancado por la fuerza.

Escuché que dijo Cooper, parecía preocupado y un poco molesto. Miré hacia la sala, el pequeño enano ya tenía a Pancho entre sus brazos, parecía querer protegerlo.

—Se le cayó cuando entró a la cocina y Enderson lo corrió.

Respondió Stevens encogiéndose de hombros sin quitar su mirada de las hojas de aquel libro.

—¿Y qué escribes?

Preguntó Cuppa curiosa acercándose hasta él intentando ver, pero él cerró el libro de inmediato, como si aquello fuera prohibido para ella.

—Nada. No mucho, sólo recuerdos de lo que he vivido y los lugares que he conocido.

Respondió nervioso, ella asintió con la cabeza.

—Me gustaría leerlos alguna vez.

Dijo sonriéndole intentando persuadirlo, él asintió nervioso sin responder nada.

—Hace tanto frío que no puedo mover mis dedos.

Sé quejó Skeleton entrado a la casa, haciendo un gracioso baile en un intento por mantener el calor de su cuerpo y no entumirse. Afuera se escuchaba el aire y el frío comenzaba a incrementar, quizás Stevens tenía razón y una tormenta de nieve había comenzado.

—¿Dónde está Skellen? Creí que estaba contigo.

Preguntó Marcus preocupado hacia Skeleton.

—Ah, esa chica, es una locura. Intentó salir del refugio en la mañana, ya sabes, quiere eliminar a esos traidores como ella les llama. Evité que lo hiciera, aun así lo intentó dos veces más, pero la última la vio Cinthya y le pidió que la acompañara a casa.

Respondió Skeleton dejando de bailar, parecía que finalmente había entrado en calor, Marcus asintió con la cabeza un poco más tranquilo.

—El pastel está listo.

Dijo Charlotte emocionada saliendo de la cocina. Asentí con la cabeza acercándome a la estufa para calentar un poco de leche.

—Chicos, mi pastel les encantará, vamos.

Escuché decir a Charlotte, en su voz había emoción y desesperación por que los demás vieran y probaran su pastel.

Todos entraron a la cocina, no tardaron en fijar su atención en el pastel de cinco pisos frente a ellos.

—Siento que es un vestido de novia, ya sabes, todo blanco y ese montón de chucherías de colores tiernos.

Dijo Skeleton riendo sin pensar en que podía lastimar los sentimientos de Charlotte, sin embargo ella estaba demasiado emocionada por el pastel que no le tomó importancia..

—Vamos, es tan bello como delicioso, tienen que probarlo.

Dijo emocionada esperando que comenzaran a comerlo. Marcus rió.

—¿Entonces terminaré vomitando arcoiris?

Bromeó divertido, Cuppa negó con la cabeza sonriendo.

—Marcus, tu ya vomitas arcoiris.

Respondió riendo, él rió nervioso sin defenderse.

Todos se sentaron a la mesa, Charlotte les sirvió la primer rebanada de pastel de cada uno mientras yo les daba un vaso de leche caliente a cada uno. Estaban disfrutando tanto del postre que cada uno se fue sirviendo más confirme terminaban. Charlotte estaba satisfecha.

Terminamos, después de limpiar todo y guardar el pastel restante decidimos sentarnos junto a la chimenea a sentir el calor del fuego en aquella helada noche.

Skeleton comenzó a relatar una historia de miedo, cuando él recorría lugares solo. Contó de una vez que entró a una cueva oscura, asegura que ahí dentro había un monstruo. Los demás fueron contando sus historias más graciosas, tristes, sus aventuras más grandes y otros simplemente dejaban volar su imaginación.

Afuera el aire se escuchaba correr a gran velocidad, las ventanas temblaban y la puerta parecía que iba a ser arrancada en cualquier momento.

—Esto es horrible, espero que todos estén en un lugar seguro.

Pidió Charlotte asustada por aquel clima tan peligroso. Todos asentimos con la cabeza deseando lo mismo.

Nos mirábamos unos a otros asustados cuando la puerta se abrió de repente dejando entrar el frío y el terrible sonido de afuera. Cooper se abrazó a mí asustado a la vez que la mayoría gritaba pensando que la tormenta había derribado la puerta.

S E U L MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora