S E U L M

Confesiones Nocturnas

Me acerqué a Cindy para ayudarla antes de que cayera al suelo y se lastimara.

— Parece que tienes problemas.

Dije tomando una esquina y de toalla para comenzar a desenredarla de su cuerpo, ella bajó la mirada sintiendo algo de pena. Comencé a ayudarla a secarse cuando Marcus se acercó con una sonrisa que sólo podrían significar problemas.

— Parece que alguien no puede hacer nada por sí sola. ¿La bebé necesita ayuda?

Preguntó burlándose, ella se puso furiosa.

— Mira quien habla, el que tiene que hacer todo por la estúpida chica engreída que nadie quiere.

Respondió molesta, Marcus cambió su sonrisa burlona a una mueca de furia.

— No le hables de esa manera, ella es mucho mejor que tu, eso lo sabe todo mundo.

Dijo con furia en su voz, ella trago saliva buscando palabras para responder.

—Basta, nadie es mejor que nadie y todos podemos necesitar ayuda alguna vez. Marcus, es de mal gusto que te burles de una pequeña cuando se supone que ya deberías actuar como un adulto.

Dije, ambos se miraron con odio, pero nadie dijo nada más.

Nos despedimos de Cuppa, era hora de que cada quien regresara a su hogar.

Caminamos hasta la casa de Charlotte, ella nos esperaba en la sala de estar como cada día, esperando escuchar sobre nuestro día.

Ella escuchó con atención mientras le platicábamos todo, con cada palabra su sonrisa iba creciendo y sus ojos iban inundándose de lágrimas.

Finalmente nos despedimos para ir a dormir, todos estábamos cansados, incluso ella. Algo había estado haciendo en aquel sitio donde se esconde, pero no quiso decirnos nada.

Subimos al segundo piso, Skeleton bostezó ruidoso antes de entrar a su cuarto.

—Nos veremos mañana.

Dijo cerrando la puerta tras de él sin esperar respuesta. Cooper sonrió negando con la cabeza, entré a la habitación, había sido un largo día.

—Vamos, ya quítate eso, debe estar mojada.

Dije tomando la ropa de Cooper de sobre la cama para que se cambiara, el asintió con la cabeza.

Él comenzó a cambiarse, Pancho ya estaba en su lugar de dormir y yo estaba preparando la cama para dormir.

—Enderson...

Escuché a Cooper decir mi nombre apenas en un murmuro, lo miré.

—¿Qué pasa?

Pregunté quitando la toalla de la cama, él la había dejado ahí al cambiarse.

—Nada...

Dije nervioso, algo estaba ocultando.

—¿Es sobre Cuppa? Si quieres vivir con ella no tengo problema. Has estado tan lejos de tu familia todo este tiempo.

Dije pensando que quizás quería estar más cerca de ella, después de todo es todo lo que le queda.

—No, yo sólo quiero estar donde tu estés.

Aseguró, sonreí acariciando su cabeza. Sus palabras me conmovían y me llenaban de alegría, pero no podía creerlas del todo, después de todo ella es su hermana.

—Enano, ella es tu familia, lo entenderé.

Dije sinceramente, él negó con la cabeza apretando los ojos.

—No... No puedo ni quiero alejarme de ti... Enderson, te amo y sé que puedo ser una carga pero no quiero alejarme nunca de ti.

Dijo sin abrir los ojos, sus manos en puños sobre sus rodillas. Sonreí, cada palabra de este pequeño llena cada parte de mi cuerpo de una inmensa felicidad.

  — Tampoco quiero alejarme de ti, pero ella es tu hermana, tu familia, yo sólo soy alguien a quien conociste hace poco.

Dije, él me miró sorprendido con lagrimas a punto de salir de sus ojos.

  — No, no sólo eres alguien a quien conocí hace poco. Eres alguien que cuido de mi, salvo mi vida y que pudo darme motivos para vivir, para no volver a olvidar nada importante en mi vida. Enderson, tal vez no me creas, pero eres al único que quiero tener por siempre a mi lado, sólo tu puedes hacerme feliz. 

Dijo rápidamente invadido por mil sentimientos que transmitió a mi con sus palabras. Al finalizar se lanzó sobre mi rodeando mi cuello con sus brazos y uniendo sus labios a los míos en un desesperado beso.

  — Para ser alguien tan pequeño estás lleno de sentimientos y sorpresas.

Dije al separarnos, él sonrió nervioso. 

— Me alegra que dijeras todo eso, tampoco podría soportar la idea de tener que separame de ti.

 Aseguré, él sonrió emocionado. Volvimos a besarnos con necesidad del otro, pero de besos y caricias no pasó nada más, él estaba agotado por todo el día.

Nos quedamos dormidos, él abrazando mi cintura con fuerza y escondiendo su rostro en mi pecho como ya era normalmente. Creía que jamás me acostumbraría a vivir con alguien más y ahora creo que no podría separarme jamás de él.

Me desperté al sentir un peso sobre mi, abrí los ojos y vi a Cooper sentado sobre mi cintura.

  — Buenos días.

Dijo sonriendo emocionado para después besarme sin antes esperar una respuesta mía. Alguien se había levantado con su energía renovada.

Podía sentir la necesidad que tenía de mi en sus labios, en su lengua recorriendo cada espacio de mi boca y en sus manos traviesas que comenzaban a buscar con desesperación la manera de deshacerse de mi ropa. 

Pude escuchar como un sonido de alas venía desde la ventana, eso eran malas noticias. Antes de poder actuar ya tenía a Pancho mordiendo mi oreja con fuerza.

  — ¡Pancho! 

Gritó Cooper preocupado intentando tomarlo en brazos, pero él voló hacia el otro lado y comenzó a picotear mi brazo.

— ¡Estás en problemas! 

Amenacé levantándome y comenzando a perseguirlo. Cooper preocupado por ambos abrió la puerta, Pancho salió corriendo y aleteando gritando, antes de que Cooper cerrara la puerta salí yo también, él corrió tras de mi intentando detenerme.

—¡Enderson, espera, él no lo volverá a hacer!

Gritó mientras me seguía, Pancho pasó corriendo entre los pies de Mindy, Marcus y Cuppa que al parecer habían ido a buscarnos, pero al pasar junto a Skeleton le dio un picotazo en el pie antes de seguir huyendo. Él también se unió a la persecución.

—Dejamelo a mi, Enderson, ahora si vamos a comer caldo de pollo.

Amenazó corriendo graciosamente, pues parecía que Pancho había logrado lastimarlo un poco.