🌾 › ♡˖°꒰ 0 6 1

1.6K 221 50
                                    

Argentina siguió a México por los pasillos de ahí, queriendo hablar con él, se notaba que estaba molesto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Argentina siguió a México por los pasillos de ahí, queriendo hablar con él, se notaba que estaba molesto.

—¡México!—Argentina le agarró del brazo para que se detuviera de caminar y encerrarse en un cuarto. Estaba estresado y que todos ya sepan que tienen una relación lo hacía peor.—¿Por qué estás molesto..?

—Argentina... No quiero hablar de eso ahora, déjame solo unos momentos, ¿Si? Vete.—Abrió la puerta, entrando a la misma pero Argentina no lo soltaba.—No estoy de humor para hablar sobre lo que pasó, Argentina, es mejor que te vayas, ahora.

—Pero quiero hablar de eso, ahora.

—Argentina.

—¿Por qué es tan malo que haya dicho que somos pareja?

—Ya lo hemos platicado.

—México...

—¡Argentina, déjame solo, vete ahora! ¡No estoy de humor para estar hablando de la mamada que acabas de decir frente a todos cuando aclaramos que no era tiempo para decirlo! ¡¿Por qué no entiendes que es lo mejor para nosotros?!

—¡Porque estoy harto de que todos piensen que solo somos compañeros!

—¡Estábamos bien de esa forma! ¡Si nadie supiera de nuestra relación nadie se va a meter en ella!

El menor miró hacia abajo, entristecido, porque en cierta parte era verdad que los iba a afectar de forma negativa, eran figuras publicas que dan imagen a sus territorios, decir que están en una relación solo iba a alimentar a más rumores entre ellos, que uno de ellos engaña al otro, que su relación es falsa, que no es nada bueno que estén juntos, que no es profesional.

México quería proteger a Argentina de leer rumores estúpidos de su relación, de que siempre lo molesten con que él lo va engañar con otro, cosa que no era nada cierta.

No quería que le creen inseguridades a Argentina en la relación, porque sabía que todavía lo era un poco, sus últimas relaciones que nadie se enteró de ellas fueron a base de inseguridades y celos obsesivos.

—México... Yo te amo...

—Yo también te amo, pequeño, pero no era momento de decirlo, mi amor. Lo siento por gritarte de esa forma.

—Uhm... ¿Me abrazas?—Alzó sus bracitos al mexicano, quien lo agarró en brazos, llevándolo dentro de la habitación, cerrando la puerta.

𝐒𝐎𝐋𝐄𝐂𝐈𝐓𝐎, mexarg, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora