¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Por qué Argentina está envuelto en esa sábana?—Brasil preguntó cuando llegó a casa del mexicano, tenían algunos asuntos de trabajo para hablar.
—Ah, eso... El wey se comió dos paquetes de galletas y una leche de chocolate, te imaginas cómo estaba después, lo tuve que amarrar hasta que se le pase el azúcar.
Argentina estaba en el sillón envuelto en su sábana de tortilla, amarrado como burrito, solo se veía su carita ahí de molestia, se veía muy pequeño.
—¡México, quiero salir!
—No, silencio.
Argentina gritaba libertad de su cárcel de tortilla.