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México y Argentina pasaban un tierno momento en la cocina, estaban haciendo un pastel ellos dos juntos como solían hacer, el menor de la relación amaba hornear con su esposo por las mañanas, lo hacía muy feliz

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México y Argentina pasaban un tierno momento en la cocina, estaban haciendo un pastel ellos dos juntos como solían hacer, el menor de la relación amaba hornear con su esposo por las mañanas, lo hacía muy feliz. Entre pequeños besos, risas suaves y sonrisas llenas de amor, además de la linda música que sonaba en la cocina, su momento fue interrumpido.

—Yo iré, quédate aquí, corazón.—México dijo, besando al menor en los labios, yendo a abrir la puerta. No esperaban visitas ese día, cuando abrió, vio una carta en el suelo, al parecer era importante. La agarró, abriendo la misma y leyendo el contenido de la misma.

Debían de irse a sus territorios ese mismo día, a una junta muy importante, se necesitaba hablar de un tema muy importante con ambos. México no sabía para que, ni siquiera se le ocurría un problema que había ocurrido en esos días para que los llamen con urgencia.

—¿Mi amor?—Argentina habló, saliendo de la cocina, confundido de que el mexicano se esté tardando mucho.—¿México? ¿Qué es?

—Debemos de ir a una junta importante a mi territorio, solecito, al parecer es importante que estemos los dos ahí.—México cerró la puerta, acercándose al menor quien no sabía de eso.

—¿Cuando?

—Hoy, en algunas horas debemos de estar ahí. ¿Tienes una idea de lo que nos van a decir?

Argentina sacudió la cabecita en negación. Agarró la carta, leyendo la misma, solo decía que era una junta muy importante para ambos países. ¿Se habían metido en un problema y no sabían de eso?

Tuvieron que cancelar sus planes de ese día para prepararse.

—Vamos, vamos, calabacita, no podemos llegar tarde, angelito.—México agarró la manita de Argentina, con cuidado para no lastimar su pancita.

Fueron varias horas de viaje, pero finalizaron el mismo sin ningún problema, fueron llevados al lugar donde se daría la junta, México no soltaba la mano de Argentina para nada, aunque habían varias cámaras por ahí apuntando a ellos, Argentina trataba de seguirle el paso.

No era fácil cuando tu esposo mide dos metros y camina más rápido que tú.

Llegaron. Se sentaron cada uno del lado de sus banderas que estaban ahí en alto. Estaban nerviosos, no podían mentir, no sabían ni porque estaban ahí, cuál era el motivo de esa junta importante.

—Esta junta no será muy larga para ambos.—Un hombre dijo, levantándose.—Lamento infórmales de las siguientes noticias que nos han dado acerca de ustedes dos, de la... Relación que han llevado acabo durante estos largos años.

Claro, siempre el punto era su relación, no podían ser felices sin que eso salga a relucir todo el tiempo en ambos territorios.

—La gente no está feliz con esa relación que ustedes tienen. Los habitantes se sienten disgustados de su falta de profesionalismo, de mantener una relación, y más siendo figuras de representación a su territorio.

—¿A qué viene todo esto?—México preguntó.

—... Tienen que terminar esa relación y decirlo al público, por las buenas que es ustedes dos terminando o por las malas que será separarlos, jamás volverse a ver, cortando cualquier tipo de relación entre ustedes, de forma sentimental y de trabajo, tienen quince minutos para hablarlo.

Y así, se finalizó la junta.

Fueron dejados solos.

Argentina se acercó a México de forma rápida, negando muchas veces a eso, no, no iba a dejar a México.

—Tranquilo, no va a pasar nada, mi amor, haremos algo... Podemos seguir con nuestra relación, ¿Si? En privado, haremos como si terminamos, cuando volvamos a casa, todo será normal.—México le susurró a Argentina, quien asintió con bastante miedo.

—No quiero que te vayas...—Argentina dijo en un tono triste, abrazando al mexicano con mucha fuerza, aferrándose a su cuerpo.—No te vayas, México...

—No me iré, solecito. Te prometo que todo va a salir bien.

Después de los quince minutos, dieron su respuesta, creyendo que iban a volver a casa juntos, y todo va a volver a ser normal para ambos, continuando con su relación a escondidas, dándose besitos como siempre.

—Bien. Está será la nueva locación dónde México se va a vivir, lejos de Argentina, sin tener ningún tipo de contacto con él.

La sorpresa.

𝐒𝐎𝐋𝐄𝐂𝐈𝐓𝐎, mexarg, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora