Habían pasado dos semanas, Argentina se había recuperado increíblemente rápido desde que empezó a seguir el protocolo que le habían dicho, que era solo descansar y comer de vez en cuando, era lo único que tenía que hacer para volver a casa seguro y sin ninguna enfermedad. Argentina se había también curado de la cicatriz de su estómago, ya no dolía, pero debía de tener mucho cuidado, habían pasado casi dos meses desde que Mextina había nacido, ocho semanas enfermo después del nacimiento de Mextina.México abrió la puerta de la residencia, dejando que Argentina entre, Mextina estaba durmiendo en los brazos de México todavía, debía de dejarlo en la cama, pero dejó que Argentina vaya a dejarlo después de todo. Argentina lo cargó con cuidado, sonriendo.
—Ten cuidado al subir, cariño. No te vaya a lastimar.—Le dijo, besando la frente de Argentina, después dejó que se fuera. Argentina al estar en la habitación del bebé, se sentó en aquella silla con el bebé en brazos, era muy lindo.
Mextina tenia los colores verde, blanco y celeste, ambos escudos de los padres, y ojitos ámbar como Argentina, el cabello castaño oscuro de México, se parecía mucho a sus padres, era muy hermoso y tierno. El bebé se despertó, bostezando y estirando sus bracitos y piernitas para después volver a cerrar sus ojitos.
Argentina quería tener tiempo con su bebé, y su esposo obviamente. En una semana debían de dar a conocer el nacimiento del bebé a los medios. Estaba nervioso, no sabía cómo iban a hacerlo sin que se cause un problema enorme por el bebé. Argentina dejó a Mextina en la cuna con cuidado, dejando que duerma.
—¿Estás nervioso?—México preguntó. El menor asintió, se le notaba desde hace mucho.—No te preocupes, no nos pueden quitar a Mextina, le está haciendo bien a ambos.—Se acercó, mirando a Argentina, acariciandole el cabello.—Tus cicatrices ya no se notan mucho, mi amor.
—No... Pero tengo una.—Se levantó un poco la camisa, dejando ver a México la cicatriz de la cesárea.—Uh... es fea, no me gusta, se va a quedar ahí en mi cuerpo por siempre.
—No digas eso, mi vida. No sé ve, además es muy lindo, tenemos a Mextina por eso, no solo eso pero se te dijo que te iba a dejar una cicatriz.
México miró al bebé que dormía.
—Y este bebé te estaba pateando todas las noches.
—Si... Es muy fuerte. ¿Crees que crezca mucho o se quede pequeño como yo?
—Mi cielo, tu no eres tan pequeño ahora.
Argentina miró a México, claro que era, junto a él seguía siendo pequeño, pero frente a otros era el alto del grupo, y si, lo era, era extraño porque Uruguay y Paraguay eran mucho más pequeños que él.
—México...
—¿Si?
—¿Podemos..?
—No.
—Pero-
—Argentina, acabas de salir del hospital de una enfermedad, no podemos hacerlo, ahora ve a la cama, ya es tarde, y el bebé debe de dormir, tal vez se despierte en unas horas para comer.
—Oh, ¿Yo le debo de dar de comer? ¿Directo?
—Si así lo quieres, te dijeron que no es obligación hacerlo de esa forma.
Ese día iniciaba los primeros días de paternidad de Argentina.
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𝐒𝐎𝐋𝐄𝐂𝐈𝐓𝐎, mexarg, terminada.
Fiksi Penggemar︵︵︵︵︵︵︵ ˗ˏ 🌥️ ˊ˗︵︵︵︵︵︵︵︵ 𝑆 𝑂 𝐿 𝐸 𝐶 𝐼 𝑇 𝑂 ━━━━━━━━ ❛🍒❜ « ¡𝐒𝐨𝐥𝐞𝐜𝐢𝐭𝐨! 𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐜𝐢𝐭𝐨 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨, 𝐝𝐞́𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐚𝐠𝐚𝐫𝐫𝐚𝐫 𝐭𝐮 𝐦𝐚𝐧𝐢𝐭𝐚 𝐲 𝐝𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐛𝐞𝐬𝐢𝐭𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐬𝐮 𝐫𝐨𝐬𝐭𝐫𝐨. 𝐒𝐨𝐥𝐞𝐜𝐢...