🐞 › ♡˖°꒰ 1 9 7

644 60 3
                                    

Argentina todavía no lograba controlar bien sus celos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Argentina todavía no lograba controlar bien sus celos. Era complicado tener que ver a México interactuar con países que eran sus ex parejas. Algo dentro de él se revolvía y la sangre le hervía de verlo tan sonriente con Corea del Sur o con China. Si, tenían hijos juntos incluso, pero aún así le pesaba tener que presenciar a su esposo trabajando con otros países. No lo daba a notar aún así, porque tenía que mantener una presencia calmada y profesional en el trabajo. De vez en cuando, le daba miradas a México, y después apartaba la vista de él para volver a lo que estaba haciendo.

México lo sabía. Entendía que Argentina estaba celoso, no era tan difícil de saber cuando llevaba años con él, podía leerle las expresiones a su esposo cuando algo le molestaba o incomodaba. México no lo hacía para enfadar a su solecito, de hecho solo era por trabajo que se comunicaba con China. Ambos países tenían buenas relaciones territoriales, no podía solo ignorarlo porque Argentina estaba celoso, era trabajo que tenía por hacer.

—¿Estás bien, corazón? —México le preguntó cuando se acercó a él, sentándose a su lado para agarrar sus manos. Argentina suspiró, desviando la mirada de su esposo. —puedes decirme cualquier cosa, mi amor, por algo soy tu pareja, solecito. ¿Hay algo que te esté molestando?

—¿Por qué tienes que seguir trabajando con China? —preguntó directo, conectando miradas con México. Lo preguntaba en serio a pesar de ya saber la respuesta. Quería escucharlo de él, saber que todo estaba bien y que solo era por negocios.

—Bueno, mi amor —rió suavemente —es obvio porque sigo trabajando con él. No puedo romper relaciones territoriales con él, es una de las conexiones más fuertes que tengo, mi vida. Se que te molesta y te pone celoso, pero te aseguro que no hay nada más entre él y yo. Solo son negocios.

Argentina suspiró pesado, cerrando sus ojos un momento antes de abrirlos otra vez y mirar a su esposo. Asintió, entendiendo lo que le estaba diciendo, puesto que era cierto. No tenía sentido ni mucho menos debía de sentir celos sabiendo que hasta él mismo mantenía relaciones territoriales con Brasil, uno de sus ex novios.

—Te lo aseguro, corazón, si no fuera por eso, yo ya no estaría cerca de China, porque a mí tampoco me gusta trabajar con él —admitió. México no lograba controlar la incomodidad en su cuerpo cuando estaba cerca de China, era horrible la sensación.

—¿Tu no sientes lo mismo cuando trabajo con Brasil?

—¿Mmh? No, claro que no, solecito. Brasil es mi amigo, y se que él jamás haría algo tan horrible como coquetear contigo —explicó, sonriendole. —Ya lo había dicho antes corazón, pero tú eres mi esposo, no mi objeto ni mi propiedad, nunca voy a controlar tus amistades o tu vida.

Argentina asintió. —Si, lo sé. Lo siento, debe estar cansado de lidiar con mis celos —rió nervioso, sentandose más cerca y apoyado el costado de su cabeza en el hombro de México, entrelazando sus dedos con los de su esposo.

—Nada de eso, corazón. Es bueno que lo expreses, de esa manera podemos hablarlo y asegurarte de que nada está pasando. —dijo, dandole un besito en la cabeza. —Te amo, solecito, jamás olvides eso. No habrá nadie más en mi vida más que tú... Y mis hijos, claramente. —recordó a sus pequeños al final.

Claro, tenían hijos aparte de sus estados y provincias.

𝐒𝐎𝐋𝐄𝐂𝐈𝐓𝐎, mexarg, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora