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Argentina se mantenía sentado entre las piernas de México mientras hacía su trabajo, el mexicano solo tenía sus brazos alrededor de la cintura del menor, manteniendo su cuerpo cerca, a veces le ayudaba o le otorgaba besitos en su hombro.
—¿Esto es correcto?—Argentina le preguntó, mostrándole el documento a su esposo quien solo asintió.—Gracias por ayudarme.—Sonrió, besando al mexicano en la mejilla algunas veces para agradecer su ayuda.
—No hay problema, me gusta ayudarte. Así podemos tener más tiempo juntos.
—Siempre estamos juntos, cariño.
—No ahora... Tenemos mucho trabajo, llegamos cansados, con sueño, no tenemos mucho tiempo para estar abrazados de esta forma.—México dijo, algo triste.
Sentía que se estaban alejando, pero, se iba a arreglar cuando tengan todo terminado.
