¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Solecito, solecito precioso!—México fue directo con Argentina quien se había despertado, tenía el cabello alborotado y a penas sabía lo que estaba pasando, pero su esposo lo abrazaba y le besaba en todos lados.—Mi vida, mi amor, feliz día, corazoncito, solecito de mi vida.—Le dijo, sonriendo.
—¿Mmh?—Pronunció confundido, alzando la cabeza para verlo, ¿A qué se refería?—¿Qué?
—... Mi amor, es el día de tu independencia, ¿No recuerdas?
—¡Ah!—Argentina se despertó por completo al recordar eso, se le había olvidado. Cuidar de su bebé hizo que se le olvidara esa fecha tan importante.—Es cierto... Gracias, México.—Le sonrió, besándolo en los labios.
Mextina también salió de su habitación, frotando su ojito, sin saber que pasaba, caminando cerca de sus padres quienes se abrazaban, y al parecer estaban hablando, jalando del pantalón de Argentina, queriendo saber que pasaba.
—¿Qué pasa?—Preguntó, con sueño todavía. México lo miró, cargandolo en sus brazos con una sonrisa.
—Hoy es un día muy especial para papá solecito, Mextina... Es el día de la independencia de tu papá Argentina, es un día muy importante y especial para él.—Le explicó.
Mextina miró a Argentina, entendiendo.
—Oh... Felicidades, papá.—Mextina dijo, riendo y después abrazando a Argentina, quien mantenía esa sonrisa llena de felicidad en su rostro.—¿Qué pasó en ese día que es importante? ¿Papi también tiene un día como ese?
Argentina asintió. —Si, también tu papi tiene un día como el mío, son muy especiales, y se deben de celebrar como un año más de vida que tenemos, es nuestro cumpleaños.
—¡Cumpleaños!—Rió el bebé, abrazando a Argentina.
Mextina fue dejado en el suelo para que vaya a su habitación. México se quedó con Argentina, lo miró, sonriéndole, acariciándole las mejillas con sus grandes manos.
—¿Sabes lo mucho que te amo? Desde antes de que tuviéramos nuestra independencia, mi amor, siempre te veía tan lindo, yendo de un lado a otro, eras hermoso, tan lindo, como un angelito.
Argentina sonrió, siendo besado en los labios por el mexicano. Iba a ser un día muy lindo para el del sol, un día especial con su esposo e hijo.
