⛅˗ˏ✎ 𝟎𝟐𝟖 *ೃ

2.4K 281 50
                                    

México fue con Argentina a comprar algunas cosas, de repente perdió de vista al menor, fue a buscarlo rápidamente, algo preocupado, ya qué no lograba encontrarlo en ninguna parte, hasta que después de unos minutos lo encontró en la sección de bebés

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


México fue con Argentina a comprar algunas cosas, de repente perdió de vista al menor, fue a buscarlo rápidamente, algo preocupado, ya qué no lograba encontrarlo en ninguna parte, hasta que después de unos minutos lo encontró en la sección de bebés.

Argentina estaba muy atento a la sección aquella, miraba la ropita tan pequeñita que vendían, los zapatitos, gorritos, camisas, diferentes cosas para bebitos, se le hacía adorable, de paso también lograba ver las tiernas cunas que estaban ahí.

—¿Argentina? ¿Mi amor? ¿Qué estás haciendo aquí?—México preguntó, sonriendo leve al verlo tan entretenido.

—¡Oh, no! Nada, solo me dió curiosidad venir a ver...—Respondió, sonriendo nervioso antes de ir donde el mexicano, agarrando su mano para que puedan continuar con sus compras.—México..

—¿Si, cariño?

—¿Has pensando en la idea de tener un bebé..?

—Ah... A veces, pero siempre pienso en los meses que vas a estar así, debe de ser doloroso y muy incómodo para ti, solecito, no quiero que te sientas así.

—Uhm, gracias... Creo, he pensando mucho en tal vez tener un bebé, ¿Crees que es muy pronto?

—Mi vida, tenemos quince años juntos, ¿Por qué sería muy pronto? Podemos intentarlo si tú quieres tener un bebé.

Argentina se quedó pensando un momento, viendo a su pancita, pasando su manita ahí todavía con la duda, no sabía bien si quería un bebé o no, estaba confundido, aún así, iba a seguir pensando en ello hasta que tenga claro lo que de verdad quiere.

—México...

—¿Si, bebé?

—¿Me compras un peluche?

México miró al menor quien de igual manera lo miraba de esa forma tan tierna y adorable, como exigiendo que le compre un peluche.

—¿Cuál quieres, mi corazón?—Sonrió al preguntar.—Agarra los que quieras, mi vida, ve.—Lo dejó irse a escoger sus peluches rápidamente.

El mexicano amaba la forma tan adorable en la que Argentina suele pedirle las cosas.

𝐒𝐎𝐋𝐄𝐂𝐈𝐓𝐎, mexarg, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora