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México estaba ahí, hablando con Brasil, acerca del problema que tenían, o más bien Argentina le estaba gritando y exigiendo que se haga cargo del problema que tenía con Uruguay de una vez y que no sea un cobarde

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México estaba ahí, hablando con Brasil, acerca del problema que tenían, o más bien Argentina le estaba gritando y exigiendo que se haga cargo del problema que tenía con Uruguay de una vez y que no sea un cobarde.

México le tenía tapada las orejitas a Mextina, quien no escuchaba nada de lo que su papá del sol le gritaba al otro hombre, distinguía unas cuantas palabras, pero no todas. Se quedaba mirando y después seguía jugando.

—Argentina, creo que ya entendió...

—¡No, no ha entendido nada!

—Pero...

—¡México!

Argentina estaba molesto ya que era obvio que a Brasil poco le importaba que Uruguay este embarazado, él no iba a hacerse cargo de ese bebé, no quería estar amarrado a Uruguay toda la vida, menos conociendo como era, pensaba que se había quedado embarazado a propósito para amarrarlo con un matrimonio que no quería.

—Wey, no te está pidiendo que te cases con Uruguay, solo que te hagas cargo del bebé y ya.

—No, si le estoy pidiendo que se case con Uruguay.

—No creo que sea necesario, mi amor, solo que se encargue del bebé, es lo único que te podría pedir Argentina, Brasil, no se cuantos meses tendrá Uruguay, pero debes de ayudarlo, no es fácil.

—Me encargaré del bebé cuando Uruguay de a luz, pero no voy a ver por él en estos meses.

—Vas a hacerlo.—Argentina seguía insistiendo en que lo haga y que se haga cargo desde ya. Brasil se negaba.

Si no era así, Argentina debía de ir con Uruguay y cuidar de él en los meses que faltaban para que de a luz al bebé, México iba a ir con él y obviamente Mextina.

Al final, se acordó eso, Brasil solo iba a hacerse cargo del bebé cuando ya haya nacido. La pareja se dirigió a casa de Uruguay, Mextina miraba por la ventana del auto en su asiento para bebé, jugando con sus peluches todavía, alzandolos en el aire y haciendo como si volaban.

—Se que estás molesto con Brasil, mi vida, pero tal vez es mejor que sea así, no creo que Brasil sea tan bueno con Uruguay, sabes lo bruto que es a veces...—México habló, conduciendo. No le daba mucha confianza aquello.

—Mientras se haga cargo... No dejaré que Uruguay crezca a un bebé solo, es difícil con dos papás, México, y solo él no va a poder.—Respondió, molesto y algo estresado todavía.

Una vez llegaron, Argentina fue el primero en bajarse e ir hacia la puerta. México se hizo cargo de bajar a Mextina y sus cositas para que juegue y coma. La puerta de la residencia se abrió, dejando ver a Uruguay, quien era obvio que se la había pasado llorando desde hace días.

Argentina lo abrazó. Uruguay solo abrió los ojos, viendo frente a él a México con un bebé. Se sorprendió con eso, ¿Ese era el bebé de Argentina y él?

—E-el bebé...—Habló Uruguay cuando se separó. Argentina se volteó, dejando que México se acerque, o más se puso detrás de él. Mextina se quedó viendo a Uruguay fijamente, ¿Quien era ese?

—Oh si... Uhm, Uruguay...  Sabes que yo me casé con México, y hace unos meses nació mi bebé, se llama Mextina,  ¿No es lindo?—Sonrió, mostrándole el bebé a Uruguay, quien solo sonrió débil, asintiendo.

Uruguay los dejo pasar, estaba hablando con Argentina acerca de lo que iban a hacer para el bebé. Mientras tanto México se quedaba en la sala de estar, cuidando de Mextina, escuchaba a veces a Uruguay llorar, y se notaba la desesperación que sentía cuando Argentina le dijo que Brasil no iba a estar con él en los nueve meses de embarazo.

—¿Quién?—Mextina preguntó, apuntando hacia donde estaba Uruguay y Argentina hablando. Quería saber.

—Es hermano de tu papá, pequeño, se llama Uruguay, es tu tío.

—Tio... Uru.. ¿Papá?

—No, no, no es papá.

—Papá.

Uruguay estaba llorando otra vez, simplemente no entendía que es lo que estaba haciendo mal para que todo le salga de esa forma.
No podía tener una relación formal con nadie porque siempre lo abandonan al final, y ahora parecía que lo abandonaron otra vez, pero con un bebé.

—T-tu bebé... Es muy lindo...—Uruguay dijo entre lágrimas, sonriendo, viendo de reojo a Mextina quien solo reía y jugaba con México.

Con México.

También el esposo de su hermano era lindo.

𝐒𝐎𝐋𝐄𝐂𝐈𝐓𝐎, mexarg, terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora