[19] VINO

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Aunque Jenner le advirtió que probablemente no era una buena idea, Lara no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad de tomar una copa con su cena. Jenner los dejó entrar al patio de comidas y en menos de una hora tenían una comida completa frente a ellos. Lara se sentó al lado de Rick, tratando de comer todo lo que pudiera, porque no sabía qué pasaría mañana y al menos quería sentir que su estómago no se digería solo.

—Sabes, en Italia, los niños toman un poco de vino con la cena —dijo Dale, entregándole una copa a Lori—. Y en Francia.

—Y cuando Carl esté en Italia o Francia, podrá tomar un poco —respondió Lori.

—¿Qué daño le va a hacer? —preguntó Rick—. Vamos.

Lori se rió y soltó la copa de Carl, permitiéndole a Dale verter un poco de vino en ella antes de dársela a Carl——. Aquí tienes, jovencito.

Carl tomó un sorbo, hizo una pausa y luego su rostro se arrugó con disgusto—. Eww —todos se rieron cuando Carl negó con la cabeza—. Tiene un sabor desagradable.

—Ese es mi chico —dijo Lori, tomando el vaso de Carl y añadiéndolo al suyo—. Ese es mi chico.

—Mejor sigue con tu refresco, amigo —sugirió Shane.

—Tú no, Glenn —dijo Daryl.

—¿Qué? —preguntó Glenn con una sonrisa.

—Sigue tomando, hombrecito. Quiero ver qué tan roja se pone tu cara —respondió Daryl.

Lara se rió cuando Lori la miró—. ¿Estás bien?

—Me siento bien —asintió Lara.

Rick golpeó su cuchillo contra su vaso, atrayendo la atención de todos hacia él—. Me parece que no le hemos agradecido lo suficiente a nuestro anfritión.

—Él es más que nuestro anfitrión —corrigió T-Dog.

Todos levantaron sus copas y Daryl levantó su botella.

Lara bebió con el resto de sus amigos y, a pesar del consejo de Jenner de no beber, ya podía sentir que se emborrachaba un poco. Había pasado tanto tiempo desde que había bebido, y se sentía bien beber algo que no fuera agua calentada por el sol.

—¿Cuándo va a decirnos qué diablos pasó aquí, doctor? —preguntó Shane—. Todos los otros doctores que se suponía que iban averiguar lo que pasó. ¿Dónde están?

—Estamos celebrando, Shane —dijo Rick—. No hay necesidad de hacer esto ahora.

—Espera un momento, por eso estamos aquí, ¿no? —preguntó Shane—. Esta fue tu idea. Se supone que encontraríamos todas las respuestas. En cambio, lo encontramos a él. Encontramos un hombre. ¿Por qué?

—Bueno, cuando las cosas se pusieron mal, mucha gente se fue —explicó Jenner—. Se fueron para estar con sus familias. Y cuando las cosas empeoraron, cuando la barricada militar fue superada, el resto huyó.

—¿Hasta el último? —preguntó Shane.

—No —respondió Jenner—. Muchos no se atrevían a salir por esa puerta. Ellos renunciaron.

—¿Se suicidaron? —adivinó Lara.

Jenner asintió—. Hubo una ola de suicidios. Fue una mala época.

—Tú no te fuiste —dijo Andrea—. ¿Por qué?

—Simplemente seguí trabajando. Esperando hacer algún bien —respondió Jenner.

Glenn miró a Shane—. Amigo, eres un gran aguafiestas.

El resto de la comida no fue tan animada como la primera mitad, pero cuando Jenner propuso mostrarles las habitaciones con duchas en funcionamiento, todos se animaron un poco. Lara agarró sus bolsas de donde las habían dejado al entrar al patio de comidas, siguiendo a Jenner hasta otro pasillo.

DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora