[45] ENTERRAR A UN AMIGO

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Enterraron a Dale la mañana siguiente y Lara se quedó con Daryl, apoyando la cabeza en su hombro mientras escuchaban el discurso de Rick.

—Dale podía ser fastidioso —comenzó Rick—. Me fastidió a mi, porque no tenía miedo de decir lo que pensaba; cómo se sentía. Ese tipo de honestidad es poco común y valiente. Cada vez que yo tomaba una decisión, miraba a Dale. Él estaría viéndome con esa mirada que tenía. Todos la hemos visto de vez en cuando. Yo no siempre lo entendía, pero él sí a nosotros. Miraba a la gente por lo que eran. Sabía cosas de nosotros; la verdad... quiénes éramos en realidad. Al final, estaba hablando de perder nuestra humanidad. Dijo que este grupo estaba roto. La mejor manera de honrarlo es repararlo. Dejar de lado nuestras diferencias y unirnos, dejar de sentir lástima por nosotros mismos y tomar el control de nuestras vidas, nuestra seguridad, nuestro futuro. No estamos rotos. Le vamos a demostrar lo contrario. De ahora en adelante, haremos esto a su manera. Así es como honraremos a Dale.

Mientras regresaban a la granja después del funeral, Rick alcanzó a Lara—. Oye, ¿estás bien?

Ella asintió—. Estoy bien.

—Escucha, no importa lo que pienses, no fue tu culpa —dijo Rick.

—Mira, nada me va a convencer de que no lo fue —respondió Lara—. Llegué demasiado tarde.

—No te culpes —susurró Rick—. Dale no querría que lo hicieras.

—Dale también me dijo que tengo que aferrarme a la esperanza —dijo Lara—. Pero parece bastante difícil hacer eso ahora.

—Estarás bien, Larita —dijo Rick, usando el apodo que le puso cuando eran niños.

Lara asintió y permitió que Rick la abrazara mientras caminaban. Ella suspiró—. No puedo perder la esperanza. Ahora no.

—No —dijo Rick, sacudiendo la cabeza—. Tienes que aferrarte a eso.

—¿Mataste a Randall? —preguntó Lara—. Con todo lo que pasó, me olvidé de preguntar.

—No —respondió Rick—. Carl entró y luego pensé en lo que dijiste. Es solo un niño.

Lara asintió—. Dale hubiera estado feliz de saber eso.

—Lara, tengo que preguntar —dijo Rick, de repente sonando serio—. ¿Qué está pasando contigo y Daryl?

Lara puso los ojos en blanco mientras se miraba los pies—. Nada. Sólo me estaba consolando.

—No te creo —dijo Rick—. Sé cuando mientes.

—¿Sí? —preguntó Lara—. ¿Cómo?

—Siempre te miras los pies —dijo Rick—. Siempre.

—No, no lo hago —protestó Lara.

—Sí, lo haces. Lo has hecho desde que éramos niños —respondió Rick—. No me mientas, Lara. Solo quiero saber la verdad.

—Mira, Rick —dijo Lara—. No sé lo que está pasando con nosotros. Todavía estamos viendo, ¿de acuerdo? Por favor, no te pongas todo hermano mayor protector con él.

—No lo haré —prometió Rick—. Siempre y cuando seas feliz.

Lara asintió—. Lo soy.

—Bien —asintió Rick—. Mereces ser feliz, Lara.

—Tú también —respondió Lara, cuando llegaron a sus tiendas—. Todos merecemos la felicidad.





Hershel recomendó que todos se mudaran a su casa, porque con los caminantes rompiendo la cerca y matando a Dale en su propio patio trasero, nadie estaba demasiado ansioso por dormir afuera, y Hershel, que se había entusiasmado con que estuvieran allí, estaba más que dispuesto a proporcionarles un espacio.

DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora