DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹

[133] TRES OPCIONES

Daryl sabía que probablemente era una trampa, pero al mismo tiempo no le importaba. La puerta estaba abierta, dándole la oportunidad que necesitaba para tratar de encontrar a su esposa y encontrar una forma de escapar. 

Mientras caminaba con cuidado por pasillos que parecían todos iguales, tuvo un encuentro con una de las esposas de Negan. Era la misma que había visto antes, visitando al médico para una prueba de embarazo. Ella le había advertido que regresara; para salvarse de un destino peor, antes de decirle que ella mantendría a Lara a salvo. La mención del nombre de su esposa solo había avivado el fuego de Daryl para escapar, así que no le dijo nada a Sherry y salió corriendo hacia donde estaban las motocicletas. 

Cuando pensó que estaba libre, las puertas se abrieron y se encontró rodeado.

Un silbido llamó su atención y vio que Negan se acercaba tranquilamente. Atravesó el círculo y se paró frente a Daryl, rodeado por sus hombres. Riendo, dijo—: ¿Ya nos mojamos los pantalones? —después de una pausa en la que miró a Daryl, sonrió—. ¿Quién eres?

 Apuntó con su bate al tipo que había dejado la puerta de Daryl abierta—. Negan. 

—¿Quién eres? —preguntó Negan, apuntando su bate detrás de él. 

—Negan.

—¿Quiénes son? —le preguntó Negan al grupo.

—Negan —respondieron todos.

—¿Lo ves? —rió Negan—. Estoy en todas partes, y esta era tu oportunidad de demostrarme que habías comprendido esa realidad básica, y fallaste. Lo cual apesta, porque tu vida estaba a punto de mejorar mucho. ¿No es así?

—Claro —respondió el tipo detrás de él.

Negan golpeó el bate contra el suelo a los pies de Daryl y este se alejó un poco. Negan suspiró—. Dwight te dio opciones. Creo que sigues sin entender, así que voy a explicártelo. Tienes tres opciones. Uno: terminas en la estaca y trabajas para mí como muerto. Dos: sales de tu celda y trabajas por puntos, pero desearás estar muerto. O tres: trabajas para mí, te compras un par de zapatos nuevos y vives como un rey. La opción que te conviene parece bastante obvia. Ten en cuenta que no hay una puerta número cuatro, a menos que quieras que la haya, y veremos qué le sucede a tu hermosa esposa si eliges abrir esa puerta.

Daryl se estremeció ante la mención de Lara, pero Negan no se dio cuenta.

—Esto es todo —dijo Negan—. No hay alternativa —se rió—. Al diablo. 

Luego balanceó el bate, deteniéndose justo antes de que entrara en contacto con el cráneo de Daryl. Él ni siquiera se inmutó y Negan se rió de nuevo.

—¡Vaya! —dijo Negan—. No te asustas fácilmente. Eso me encanta. Igual que tu esposa... ¿o debería decir ex-esposa? Como sea, ella tampoco se asusta fácilmente. Pero Lucille... bueno, a  ella le molesta. Le parece una falta de respeto. Por suerte para ti, hoy no tiene mucha sed, pero yo sí. Así que... voy a buscarme un trago. 

Se fue, alejándose de sus hombres mientras Daryl lanzaba el primer golpe. No terminó bien para él, y terminó de regreso en su celda, con más dolor que antes.

Negan, sin embargo, se encontró con Lara en su camino de regreso al interior y la encontró llorando—. Vaya, ¿qué pasa? 

—¿Dónde está la ropa de Daryl? —preguntó Lara, tratando de secarse las lágrimas antes de que Negan las viera—. Creo que la vi en ese mercado de abajo, pero la necesito. 

—¿Y por qué es eso? —preguntó Negan, balanceando a Lucille en un círculo. 

Lara se limpió la nariz con la manga—. Hay una foto en el bolsillo de su chaqueta. Es importante.