[47] SE ACERCA LA HORDA

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Lara casi entró corriendo por la puerta de la granja—. ¿Rick y Shane? ¿Volvieron?

Mientras corría de regreso por el bosque con Glenn y Daryl, escucharon un disparo que envió el corazón de Lara a su garganta. El miedo la atravesó cuando no escuchó otro disparo, y por una fracción de segundo, su mente divagó con la posibilidad de que Rick estuviera en el lado receptor. Entonces sintió la mano de Daryl en su espalda, empujándola hacia adelante, y cuando la casa quedó a la vista, Lara había entrado a la fuerza por la puerta principal.

—No —respondió Lori.

—Escuchamos un disparo —dijo Daryl.

—¿Tal vez encontraron a Randall? —dijo Lori.

—Nosotros lo encontramos —respondió Daryl.

—¿Está de vuelta en el cobertizo? —preguntó Patricia.

—Es un caminante —respondió Lara, sin aliento.

—¿Encontraste al caminante que lo mordió? —preguntó Hershel.

—No, lo raro es que no lo mordieron —explicó Glenn.

—Tenía el cuello roto —agregó Daryl.

—¿Peleó? —preguntó Andrea.

—La cosa es que, el rastro de Shane y Randall estaban uno junto al otro. Y Shane no es un rastreador —dijo Daryl—. Así que no iba tras él. Estaban juntos.

—¿Podrías volver y encontrar a Rick y Shane? —pidió Lori—. Y averiguar qué diablos está pasando.

—Dalo por hecho —asintió Daryl.

—Voy contigo —dijo Lara.

Cuando salieron al porche, Lara escuchó los gemidos de los caminantes resonando por los campos. Incluso en la oscuridad, no fue difícil ver la horda acercándose en la distancia, cientos y cientos de caminantes marchando hacia la granja.

—Mierda —respiró Lara, mientras el grupo se les unía afuera.

—Patricia, apaga las luces —instruyó Hershel, al ver la horda.

—Traeré las armas —dijo Andrea.

—Quizás pasen de largo, como la horda en la carretera —sugirió Glenn—. ¿Deberíamos entrar?

—No, a menos que haya un túnel abajo que no conozca —respondió Daryl—. Una horda de ese tamaño destrozará la casa.

—Carl no está —jadeó Lori, saliendo corriendo al porche.

—¿Qué? —preguntó Daryl, mientras los ojos de Lara se agrandaban.

—Estaba arriba. Ya no lo encuentro —respondió Lori.

—Quizás se está escondiendo —sugirió Glenn.

—Se supone que debe estar arriba —dijo Lori—. No me iré sin mi hijo.

—No lo haremos —dijo Carol—. Vamos a buscar de nuevo. Vamos a encontrarlo.

Cuando Carol y Lori entraron corriendo para buscar a Carl nuevamente, Andrea regresó con la bolsa de armas. Lara tomó una escopeta mientras Maggie tomaba una para ella y Glenn.

—¿Maggie? —preguntó Glenn confundido.

—Si creces en el campo, aprendes una o dos cosas —respondió Maggie.

—Con ese número, no sirve de nada —dijo Daryl.

—Puedes irte si quieres —dijo Hershel.

—¿Vas a encargarte de todos? —preguntó Daryl.

DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora