Llevaron a Carl a la iglesia y lo acostaron adentro. Lara se había adelantado, despejando el área de caminantes con su rifle; a su alrededor, Alexandria ardía y el cielo se volvía naranja.
—Gracias por... por traerme hasta aquí —dijo Carl.
—Lo... lo siento —respondió Rick—. Yo solo... no quería dejarte allí.
—No. No, por traerme hasta aquí —dijo Carl—. Por... por hacer que pueda ser quien... quien soy. Cuando nos atacaron en la prisión, había un niño, un poco mayor que yo. Tenía un arma. Estaba... estaba bajando el arma, y yo... yo le disparé. Se estaba... se estaba rindiendo, y yo... yo solo le disparé. Pienso en él. En lo que le hice y en lo... en lo fácil que me resultó matarlo.
—Carl, no —dijo Rick—. No. Lo que pasó... lo que perdiste... todas las cosas que tuviste que hacer, eras... eras solo un niño.
—Tú lo viste —dijo Carl—. Viste lo que te hacía. Lo... fácil que se hizo con el tiempo. Por eso cambiaste, por eso trajiste a esa gente de Woodbury. Los trajiste y vivimos todos juntos. Éramos enemigos. Dejaste las armas. Lo hiciste para que yo pudiera cambiar, para que pudiera ser quien soy ahora. Lo que hiciste entonces, cómo... cómo dejaste de luchar, era lo correcto. Lo sigue siendo. Puede volver a ser así. Todavía puedes volver a ser así.
—Ahora es diferente —dijo Rick—. No puedo ser el mismo de antes.
—No puedes matarlos a todos, papá —respondió Carl—. Tiene que haber algo después de esto. Para ti, y para ellos. Tiene que haber algo después. Sé que todavía no puedes ver... cómo puede ser posible. Pero yo sí. Tienes barba. Es... es más grande y más gris. Michonne es feliz, Judith es mayor y está escuchando las canciones que yo solía escuchar con la hija de Lara. Alexandria es más grande. Hay... hay casas nuevas, cultivos y gente trabajando. Todos viviendo... ayudando a los demás a vivir. Si aún puedes ser quien eras, así es como podría ser.
—Carl —dijo Rick—. Fue todo por ti. Desde el principio. En Atlanta, la granja... todo lo que hice fue por ti. Luego, en la prisión, fue por ti y por Judith. Lo sigue siendo. Y nada, nada, va a cambiar eso.
—Quiero esto para ti, papá —dijo Carl—. Para ti y la tía Lara.
—Voy a hacerlo realidad, Carl —dijo Rick—. Lo prometo. Voy a hacerlo realidad.
—¿Tienes mis cartas? —preguntó Carl.
Lara asintió, palpando su bolsillo—. Las tengo aquí.
—Bien —dijo Carl—. Asegúrate de que todos las reciban.
—Lo haré.
—Carl... lo siento —dijo Rick—. Lamento no haber podido protegerte. El trabajo de un padre es proteger a su hijo.
—Amor —respondió Carl—. Es simplemente amor.
Carl tomó su arma y Lara negó con la cabeza—. Carl, no. No. Debería... debería ser...
—Lo sé, lo sé —respondió Carl—. Alguien que amas, cuando no puedes hacerlo tú mismo. Pero todavía puedo hacerlo. Crecí. Tengo que hacer esto.
—Creciste —susurró Lara—. Y estoy muy orgullosa de en quién te has convertido y de lo lejos que has llegado desde Atlanta. Eres tan valiente y tan fuerte, y estarás bien en lo que venga después. Mi niño hermoso, te amo. Te amo mucho.
—Yo también te amo —dijo Carl en voz baja, extendiendo su mano para colocarla sobre el estómago de Lara—. Lo siento, nunca podré conocerla. Dile... dile que el primo Carl la ama, y que estaré cuidando de ella.
—Rosie —dijo Lara—. La llamaremos Rosie.
—Rosie —repitió Carl, con lágrimas en los ojos—. Por...
—Por ese día en la prisión —dijo Lara, asintiendo con la cabeza—. Daryl y yo lo hablamos y decidimos que si teníamos una niña, la llamaríamos Rosie.
Carl sonrió—. La pequeña Rosie. Ella vencerá a este mundo, igual que Judith, y tú las ayudarás. Vas a ser fuerte, tía Lara. Serás fuerte y también vencerás a este mundo.
—Lo haré por ti —dijo Lara, apenas saliendo la voz—. Lo haré por ti, Carl.
Carl sonrió, sus ojos moviéndose hacia Michonne—. Te amo.
—Yo también te amo —dijo Michonne tranquilamente.
Carl luego miró a su padre—. Te amo, papá.
—Te amo, Carl —susurró Rick—. Te amo mucho. Lo haré realidad. Lo haré. Lo haremos.
Se quedaron con él hasta que el sol comenzó a salir, momento en el que se despidieron por última vez. Lara se quedó un momento después de que Rick y Michonne se fueran, todavía arrodillada junto a su sobrino.
No quería despedirse. No quería que esto fuera el final. No quería despertarse la mañana siguiente en un mundo sin Carl Grimes.
—Eres tan valiente —dijo Lara.
—No te pierdas, tía Lara —susurró Carl—. Sé que casi lo hiciste cuando mataste a esas personas que te secuestraron a ti y a Maggie. Sé que te perdiste por un tiempo. Por favor, no te pierdas.
Lara asintió—. No lo haré. Te amo. Siempre lo haré.
—Yo también te amo —replico Carl—. Ve. Quédate con papá. Cuida de él. Cuida de Judith, Michonne y Daryl. Cuídalos a todos.
—Lo haré —prometió Lara—. Estaremos bien.
—Bien —dijo Carl asintiendo.
Incluso a través del dolor y la infección que se extendía por sus venas, cuando sus ojos se cerraron, Lara pensó que parecía pacífico.
No abrió los ojos cuando Lara salió de la habitación, pero mientras se alejaba en silencio, ella lo escuchó susurrar—: Buenas noches, cariño.
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DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹
Fanfiction― 𝒅𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓 𝒛𝒐𝒏𝒆 𝐞𝐧 𝐮𝐧 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 los muertos deambulan libres y la debilidad hace que te maten, enamorarte podría ser una sentencia de muerte... para daryl, podría ser su salvación. ( daryl dixon x fem!oc ) ( the walking d...