[78] ENCONTRAR LOS MEDICAMENTOS

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Daryl despertó a Lara cuando detuvieron el auto, estacionado afuera de la universidad. Le tomó un tiempo despertarse adecuadamente, y mientras se dirigían hacia el edificio que se elevaba sobre ellos, metió la mano en su mochila y sacó otra barra de granola.

—¿Cuántas tienes? —preguntó Michonne.

—Unas 50  —respondió Lara encogiéndose de hombros—. Encontré una caja con Glenn y estuvieron en mi mochila desde entonces. ¿Quieres una?

Repartió barras de granola a todos mientras continuaban su viaje. Acercándose al edificio, Daryl dijo—: Parece que nos estamos acercando.

—El edificio que queremos está más adelante —dijo Tyreese mirando el mapa que Hershel les había dado.

—Dios, espero que tengan lo que necesitamos —dijo Lara.

Se dirigieron al edificio, Daryl primero con su ballesta levantada. La puerta crujió cuando la abrió y Lara se tensó, anticipando una avalancha de caminantes que venían por el sonido que escuchaban. Cuando no pasó nada, siguieron adelante, dirigiéndose por uno de los pasillos y hacia un salón de clases vacío. Lara caminó entre los escritorios, revisando la habitación en busca de cualquier señal de caminantes mientras Daryl hacía lo mismo.

—Bien, hagámoslo rápido —dijo Daryl.

Lara fue a reunir lo que pudo, recogiendo todo lo que estaba en la lista que Hershel le había dado. Dejó las drogas a Bob y Michonne, y en su lugar recogió los otros instrumentos que necesitarían. Le tomó un tiempo encontrar todo lo que necesitaba, pero finalmente, después de buscar en los armarios del salón de clases, encontró todo. Con una bolsa llena en su hombro, volvió con el grupo.

—¿Qué tanto consiguieron? —les preguntó Bob a todos.

—Bolsas, tubos, grampas, conectores —respondió Tyreese—. Todo lo de la lista.

—¿Y ustedes? —preguntó Daryl.

—Sí, tenemos todo —dijo Bob.

—Sí —respondió Michonne.

—Muy bien, nos vamos —dijo Daryl.

Mientras se dirigían por un pasillo, Lara vio que Daryl se detenía y alumbraba con su linterna uno de los salones. Había un caminante, y cuando la luz de la linterna llamó su atención, todos corrieron. Los gruñidos eran fuertes y Lara supo que debía haber más de uno en el edificio. Corrieron a un salón de clases vacío, que estaba completamente oscuro, y la puerta golpeó contra la pared, sin cerrarse.

—Oigan, la puerta está rota —dijo Bob.

—Esperen —dijo Daryl.

Hubo un golpe cuando los caminantes se amontonaron contra la puerta, tratando de entrar, pero Lara vio una señal que indicaba un tramo de escaleras—. Por ahí.

Se dirigieron hacia las escaleras antes de que el sonido de un caminante los detuviera en seco. Tyreese se encargó de ello, dejando que el cadáver cayera al suelo mientras los dedos de Lara agarraban la cadena que aseguraba la puerta. Cuando la cadena se tensó repentinamente y los dedos comenzaron a pasar por la rendija entre las puertas, Lara dejó escapar un grito silencioso y saltó hacia atrás.

—¿Cuántos son? —preguntó Daryl, acercándose al lado de Lara.

—No sabría decirlo —respondió Michonne.

—Podemos matarlos —dijo Tyreese.

—No —respondió Bob—. Están infectados. Igual que en la prisión. Les disparamos, nos salpican su sangre, la respiramos; no vinimos aquí para enfermarnos.

DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora