[83] TE ENCONTRÉ

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Lara conocía esa voz.

Era una con la que había soñado cuando logró dormir algunas horas en los últimos días. Solo que esta vez vaciló con una furia silenciosa; no era pacífica, susurrándole que la encontraría, como prometió. No era con delicadeza. Esta voz estaba llena de una ira ardiente que amenazaba con ser liberada.

La voz pertenecía a Daryl.

—¡Aléjense de ella! —espetó Daryl marchando hacia adelante, más allá de todas las pertenencias de Lara esparcidas por el suelo, más allá de su arma medio escondida entre las hojas, más allá de todo hasta que llegó a Harley.

Agarró la parte de atrás de su camiseta, tirando de él lejos de Lara y hacia el suelo con un puñetazo en la cara por si acaso. Luego empujó a los dos hombres que sujetaban a Lara y sus rodillas cedieron. Lara se dejó caer y se arrodilló allí, ligeramente encorvada como si estuviera tratando de hacerse lo más pequeña posible. Incluso por la mirada que Daryl lanzó en su dirección, pudo ver que ella estaba en algún tipo de shock, con los ojos muy abiertos y vacíos.

—¿Qué demonios, hombre? —preguntó Harley, poniéndose de pie.

Daryl se agachó frente a Lara y se dio cuenta de que tenía la camiseta y la musculosa rotas. Él tiró de la camiseta alrededor de ella, tratando de cubrirla, y sus manos temblorosas se levantaron para mantenerla cerrada, ocultando su cuerpo de cualquiera que intentara echar un vistazo.

Ella no lo miró, los ojos fijos en el suelo debajo de ella mientras Daryl observaba todo su cuerpo temblar.

—¡Oye, te estoy hablando! ¿Qué demonios estás haciendo? —preguntó Harley.

Daryl se puso de pie, girándose para mirar a Harley con una ira en sus ojos que casi le rogaba que dijera o hiciera algo incorrecto—. ¿Qué diablos estás haciendo tú?

—Bueno, estaba a punto de divertirme —dijo Harley—. Hasta que apareciste, idiota.

—No, déjala en paz —dijo Daryl—. No vuelvas a tocarla nunca más.

—¿Cuál es tu problema? —preguntó Harley—. Ella estaba aquí sola. Es nuestra.

—Ella no es tuya.

Joe y Len aparecieron examinando la escena que tenían ante ellos. Lara todavía estaba arrodillada en el suelo, con una expresión de sorpresa en su rostro, Daryl estaba parado frente a ella con los puños apretados, listo para pelear; Harley, Dan y Tony estaban parados atrás, y Joe se quedó preguntándose qué diablos estaba pasando.

—Encontramos a esta chica —explicó Harley señalando a Lara mientras Daryl se colocaba frente a ella de manera protectora—. Deambulando por el bosque, sola, y ahora Daryl aquí nos dice que no podemos tenerla.

—Bueno, ¿la reclamaste? —preguntó Joe.

—No, pero la íbamos a compartir —respondió Harley.

Joe extendió las manos—. Conoces las reglas. Si quieres algo, tienes que decir la palabra...

Reclamada.

La cabeza de todos se dispararon hacia Daryl, y Harley se veía prácticamente venenoso—. Pensé que no hacías esa mierda. ¿Qué, solo porque hay una perra bonita, nos vas a privar a todos?

—No volverás a tocarla nunca más —espetó Daryl—. Si lo haces, te cortaré las malditas manos.

Joe se rió—. Bueno, parece que eso está resuelto.

Len miraba a Lara, preguntándose por qué reconocía su rostro—. Ella parece familiar —luego jadeó—. Es la chica de la fotografía. Esta es la perra de Daryl.

DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora