[25] NIÑA DESAPARECIDA

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Sophia se había ido, y cuando Rick regresó sin ella, nadie sabía qué hacer.

Rick llevó a Shane, Daryl y Glenn de regreso al bosque para buscarla y ver si podían encontrarla. A Lara, por mucho que quisiera, no se le permitió ir, y se quedó en la casa rodante con el resto.

Cuando los hombres regresaron sin Sophia una vez más, Lara y Glenn se dirigieron a ver qué más podían encontrar en los autos abandonados.

—No soy buena consolando a la gente —le dijo Lara a Glenn mientras caminaban—. No puedo imaginar lo que está sintiendo Carol.

—Lo sé —dijo Glenn—. Sigo imaginando cómo me sentiría si fuera mi hijo, y sé que no querría irme hasta saber dónde está.

—¿Crees que la encontraremos? —preguntó Lara.

—Eso espero —respondió Glenn—. Pero es como cuando se perdían niños antes de que el mundo se vaya a la mierda, ¿sabes? Cuanto más tiempo estén ahí fuera, menos probable es que los encuentres, pero esta vez tienes incluso menos tiempo que antes.

—¿Estás diciendo que quizás no la encontremos? —preguntó Lara.

—Estoy diciendo que hay muchas posibilidades de que no lo hagamos —dijo Glenn—. Pero existe la posibilidad de que podamos, así que tenemos que seguir buscando.

—Espero que lo hagamos —dijo Lara—. No creo que pueda soportar otra pérdida.

—Lo sé —suspiró Glenn—. Demasiada gente.

—Sí —dijo Lara—. No sé qué haría si perdiera a Rick, Lori, Carl o a ti.

—¿Qué hay de Daryl? —preguntó Glenn.

—Sí, también —respondió Lara—. No podría perder a ninguno de ustedes.

—Bueno, espero que no llegue a eso —dijo Glenn, abriendo el maletero de un auto y comenzando a buscar a través de él—. Oye, mira esto.

Sacó una caja de Fruit Loops y Lara arrugó la nariz—. ¿No estarán rancios?

—Tal vez no —dijo Glenn, abriendo la caja. Se sirvió un puñado antes de ofrecerle la caja a Lara—. ¿Quieres un poco?

—Tú primero —dijo ella.

Glenn tiró el cereal a su boca antes de ahogarse y balbucear, tosiendo Fruit Loops por todo el camino—. Están rancios.

—Te lo dije —se rió Lara—. Vamos, deberíamos regresar antes de alejarnos demasiado y atraer a esa manada hacia nosotros.

Cuando regresaron, el grupo ya estaba discutiendo planes para irse, pero Carol se negó—. No iremos a ningún lado hasta que regrese mi hija.

—Oye, eso ni hace falta decirlo —dijo Lori.

—Rick y Daryl, están en eso —dijo Shane—. Es solo cuestión de tiempo.

—Para mi no es suficientemente pronto —respondió Andrea—. Sigo asustada por esa manada que pasó, o como quieran llamarlos.

—Sí, ¿qué fue eso? —preguntó Glenn—. Todos ellos marchando de esa forma.

—Una manada —dijo Shane—. Eso suena apropiado. Lo hemos visto. Es como la noche que el campamento fue atacado. Un grupo de errantes, sólo que menos —se aclaró la garganta—. Bien, vamos, gente. Todavía hay mucho por hacer. Sigamos con esto. Vamos.

Al anochecer, habían reunido tantos suministros como pudieron, alimentos enlatados y suficiente agua para todos. Lara llevaba una caja llena de aún más latas cuando vio que Rick y Daryl se acercaban.

—Han vuelto —dijo Lara.

Carol vio que estaban solos y las lágrimas brotaron de sus ojos—. ¿No la encontraste?

—Sus huellas se perdieron —respondió Rick—. Retomaremos mañana a primera hora.

—No puedes dejar a mi hija allí fuera, sola, y que pase la noche sola en el bosque —dijo Carol.

—Buscarla en la noche no es mejor —dijo Daryl—. Cometeríamos errores. Más gente se podría extraviar.

—Pero tiene 12 años —protestó Carol—. No puede estar allí fuera sola. ¿No encontraron nada?

—Sé que esto es difícil, pero te pido que no entres en pánico —dijo Rick tan suavemente como pudo—. Sabemos que está allí fuera.

—Y la rastreamos por un buen rato —agregó Daryl.

—Tenemos que hacer un esfuerzo organizado —dijo Rick—. Daryl conoce el bosque mejor que nadie. Le pedí que liderara esto.

—¿Eso es... sangre? —preguntó Carol, mirando los pantalones de Daryl.

—Liquidó a un caminante —respondió Rick, y Carol jadeó, comenzando a hiperventilar—. No había señales de que estuvo cerca de Sophia.

—¿Cómo puedes saber eso? —preguntó Andrea.

—Abrimos al maldito y nos aseguramos —respondió Daryl.

Carol se sentó en la barandilla antes de mirar a Rick—. ¿Cómo pudiste dejarla sola en primer lugar? ¿Cómo pudiste dejarla?

—Esos dos caminantes estaban sobre nosotros —dijo Rick—. Tenía que despistarlos. Era nuestra única oportunidad.

—Parece que no tenían elección, Carol —dijo Lara, defendiendo a su hermano.

—¿Cómo se suponía que regresara sola? —preguntó Carol—. Es solo una niña. Es solo una niña.

—Era mi única opción —dijo Rick—. La única opción que tenía.

—Estoy seguro que nadie lo duda —dijo Shane.

—Mi niña, abandonada en el bosque —lloró Carol en voz baja, y aunque no lo dijo, todos sabían que quería agregar "por Rick" al final de su oración.

Rick se alejó del grupo y Lara lo siguió—. Rick. ¡Rick!

Se detuvo y se volvió hacia ella—. ¿Qué?

—Carol está molesta —le dijo Lara—. No está enojada contigo.

—Parece que lo está —dijo Rick.

—Bueno, sí, pero su hija se ha ido —dijo Lara—. Estarías igual si fuera Carl.

—Lo intenté, Lara —dijo Rick exasperado—. Realmente traté de mantenerla a salvo.

—Y nadie te culpa por no encontrarla —dijo Lara, poniendo su mano en el brazo de Rick—. Hiciste todo lo que pudiste por ella. La encontraremos, lo prometo.

—¿Cómo puedes estar tan segura? —preguntó Rick.

—Porque tengo fe —respondió Lara—. De una forma u otra, la encontraremos.

—Lo siento —dijo Rick, y de repente sollozó—. No puedo mantenerte a salvo. A ninguno de ustedes.

—Oye, oye —susurró Lara, tirando de Rick hacia ella—. Estás haciendo todo lo posible por este grupo. Ya nos has hecho llegar hasta aquí, Rick.

—Pero no sin perder gente —dijo Rick.

—Lo sé —respondió Lara—. Pero Rick, todavía estamos aquí. Tú, Lori, Carl, Daryl, Glenn, yo... todos seguimos aquí. Vamos a encontrar a Sophia.

—Pero, ¿y si no podemos? —preguntó Rick—. ¿Y si ya está muerta?

Lara no se atrevió a pensar en eso, así que negó con la cabeza—. Si lo está, entonces espero que no haya sido doloroso. Pero Rick, escúchame. Tienes que tener fe. Sin ella, te volverás loco.

—Lo sé —respondió Rick—. Es difícil en este momento.

—Entonces créeme —dijo Lara, apretando la mano de su hermano—. Estaremos bien.

DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora