DANGER ZONE | Daryl Dixon ¹

[147] ¿ME VAS A HACER CONTAR?

No había terminado.

Nunca terminaría en el nuevo mundo. No cuando personas como Negan aún respiraban. Alexandria fue solo el comienzo de lo que seguramente sería una guerra para siempre. No solo sería parte de su historia como comunidad, sino que lo que sucediera en las próximas semanas determinaría el resultado del futuro.

Había pasado una semana y media desde que los Salvadores huyeron de Alexandria, lo que les dio a los residentes tiempo suficiente para enterrar a sus muertos y planear su represalia. El plan parecía una tontería, pero había muchas cosas que podían salir mal. Si uno de sus equipos cometía un error, todo el plan podría fracasar y los Salvadores podrían terminar venciéndolos.

Mientras se reunían en un campo en la mañana de su asalto, Lara se paró en la parte trasera de un camión con Maggie, Ezekiel y Rick. Los residentes del Reino, Hilltop y Alexandria se reunieron para derrotar a su enemigo común, y ver a tanta gente luchando por un futuro mejor le dio a Lara la esperanza de que podrían lograrlo.

—Cuando lo conocí —comenzó Rick—, Jesus dijo que mi mundo se volvería mucho más grande. Bueno, encontramos ese mundo. Nos encontramos. Ese "mundo más grande" nos pertenece por derecho. Que nos hemos unido por él, todos nosotros, es mucho más cierto. Es nuestro, nos corresponde. Cualquier persona dispuesta a vivir en paz y respetar la justicia también tiene derecho. Pero a aquellos que usen, tomen y maten para forjar el mundo para que sea solamente suyo, los eliminamos. No lo celebramos, pero tampoco nos avergonzamos de hacerlo. Solo hay una persona que debe morir, y yo mismo lo mataré. Lo haré. Pero si son los otros, los que lo apoyan y lo acompañan, incluso aquellos que simplemente miran hacia otro lado, que así sea.

—Y así seguiremos agrandando el mundo —dijo Lara—. Juntos.

—Juntos —repitió Ezekiel—. ¡Unidos para siempre! Para citar al Bardo: "Porque hoy, el que derrame sangre será mi hermano" —Ezekiel colocó una mano sobre el hombro de Rick antes de volverse hacia Maggie y Lara—. Porque hoy ellas serán mis hermanas.

—Lo hemos practicado —dijo Maggie—. Lo repasamos muchas veces. Sabemos que el plan no termina esta mañana, que tal vez tengamos que vivir en la incertidumbre durante días, tal vez más.

—Pero debemos seguir confiando en nosotros mismos —continuó Lara—. Si podemos aferrarnos a eso con todas nuestras fuerzas, el futuro es nuestro. El mundo es nuestro.

—No quiero esperar más —dijo Rick—. Y ustedes tampoco. Así que no tenemos que esperar por ello. Empezamos ahora mismo, con todo lo que hemos vencido, todo lo que hemos soportado, y todo en lo que nos hemos convertido. Sin importar lo que venga después, ya ganamos. ¡Ya ganamos!

La multitud vitoreó cuando Lara bajó del camión con la ayuda de Jesus, y ella le sonrió—. ¿Me veía ruda allí arriba?

—Sí, y muy embarazada —respondió Jesus—. ¿Segura que está bien que estés aquí?

Lara se pasó una mano por el estómago—. Me quedan unos meses antes de que nazca. Estoy segura de que todo estará bien.

Jesus alzó las cejas—. Solo asegúrate de mantenerte alejada de Jerry. Le dio a Enid su armadura y estoy seguro de que intentará hacer lo mismo contigo.

Lara palmeó el chaleco antibalas que llevaba puesto, que apenas cubría su vientre—. Soy a prueba de balas.

Rick apareció y puso los ojos en blanco—. ¿Alguna vez dejarás de decir eso?

—Solo cuando ya no tenga este chaleco en mi poder —respondió Lara, antes de que su rostro cayera—. Me recuerda a Glenn, ¿sabes? Se emocionó tanto cuando lo encontramos en la prisión...