Tras pulsar aquel botón que había escondido estratégicamente detrás de un resorte que lo ocultaba, te llevaba a una especie de bodega situada en el sótano del hotel, cortesía de la Señora condesa.Dicho lugar sólo lo conocíamos dos personas, Elizabeth y yo.Por lo que era el lugar perfecto para llevar a cabo mi plan.
Aqui nadie vería nada y nadie podría
interferir.Aunque había una cosa que me perturbaba...si había sido capaz de conectarse con ella mediante una especie de visión...¿Cómo podía yo saber si ahora mismo me pudiera estar viendo?¡No podía saberlo!¡Era imposible!
La idea de que me pillara" con las manos en la masa"me preocupaba bastante¡Ya que sería un problema! Si se enterase de esto,no creo que le hiciese ninguna gracia,me odiaría por ello y no me lo perdonaría jamás...no me cabe la menor duda de ello.Así que debía hacer algo con eso.De hecho...no sé como no se me había ocurrido antes ,si lo tenía justo aquí.No me ayudaría siempre,pero si de manera temporal para salir del paso.
Pero no estaba arrepentido,de lo que estaba haciendo, esa es la verdad.Lo volvería a hacer sin dudarlo.Por todo lo que habíamos llegado a hacer juntos y por lo que acababa de pasar,que había sido maravilloso , merecía la pena. No sólo había sido maravilloso, sino que él mismo pudo verlo con sus propios ojos,por lo que en cierto modo,me sentía ganador.No sólo lo había conseguido,me había acostado con ella, él pudo verlo y lo hizo no una, sino en varias ocasiones.
No Voy a negar ,que el simple hecho que él hubiese observado lo que hacíamos me excitaba,me llenaba de adrenalina...de satisfacción.
Mientras caminé por un largo y oscuro pasillo,por el cuál el sonido de mi caminar resonaba de forma ensordecedora ,por el silencio que allí habitaba.Llegué a aquel lugar.Dicho lugar, era bastante amplio,la luz brillaba por su ausencia, era siniestro,frio, porque podía percibirse aún todo lo que aquí había tenido lugar,cuántas almas se cobró entre estas cuatro paredes,podía palparse en el ambiente,pero asombrosamente era un sitio elegantísimo ,lleno de distinción,digno de una condesa, claro está.
Y lo más importante de todo ,es que estaba totalmente alejado de cualquier ojo curioso.Además ,estaba preparado para que ni un sólo grito, de los que aquí se oyesen, trascendiera al hotel.Por lo que nadie nos escucharía,al menos en condiciones normales.Cabe también destacar que tenía una especie de magia ,era especial,tenía su encanto la verdad.Visto desde mi perspectiva actual, anteriormente no me parecía tan atractivo. Este sitio, era usado por la condesa para traerse aquí a sus victimas y usarlos a su placer.Había una especie de marca en el suelo,redonda la cuál parecía como si fuese un rastro de humo.Era bastante raro ,nunca había visto nada igual, ni jamás me explicó el por qué de aquello,esa maldita era así , hacía y deshacía a su antojo, sin dar la mínima explicación.
Pero yo era su esclavo...y por lo tanto su esbirro,así que la ayudaba cada vez que lo necesitaba,sin tan siquiera poder negarme.Por lo que sabía cómo funcionaba.Aunque ignoraba por completo el por qué.
Toda aquella persona,que estuviese dentro de aquel círculo perdía su fuerza , quedaba absenta de ella,por lo que no podía defenderse y podría ser usada a su merced.
En el caso de los vampiros aparte de perder su fuerza,su poder,su don,como se quiera llamar, quedando despojada de él,mientras permaneciera allí . Además, se convertía en alguién mortal.En alguién capaz de morir,de maneras comunes para los humanos y de forma inusual para nosotros.No sé que clase de brujería era, pero así funcionaba misteriosamente.Lo que antes me parecía algo horroroso y me oponía a hacer ,ahora me estaba sirviendo de gran ayuda.Y pues bien, ahí estaba él ,situado dentro de aquel círculo,atado y con los ojos vendados .En este caso ,a merced mía,porque ahora aquí mandaba yo.Tras la muerte de Elizabeth, digamos que su puesto lo ocupé yo.
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*Dark Paradise*
De TodoElla una chica normal, él un vampiro sediento de amor.Dos seres totalmente distintos, que se encuentran ,por azares del destino.