GOOD COMPANY

54 0 0
                                    

Chris abrió los ojos por fin. Al darse Enzo  la vuelta pudo ver a placer su bonita espalda bien marcada, con un color de piel exquisito, entre canela y rosa melocotón. Absolutamente precioso. Tenía ligero vello justo en la parte cervical. Era muy hermoso su cuerpo. Muy delgado pero fuerte. Sintió deseos de meter sus dedos entre su pelo rebelde. Pasó las manos alrededor de su estrechísima cintura y notó un ligero movimiento por su parte. No exactamente de rechazo. De sorpresa quizás. Colocó las manos encima de las suyas sin hacer preguntas ni moverse. Notó los músculos del estómago duros. Intentó calmarse oyendo su respiración tranquila. El no parecía inmutarse. ¿Es que no le parecía ni un poco atractivo? ¿No le había dicho hacía solo unos meses que le gustaba? Intentaba no pensar en sus pasadas insinuaciones ahora. No quería amenazar la confianza que habían forjado este tiempo. De hecho no recordaba haber llegado a un nivel de compromiso tan grande antes. En cuestión de unas horas empezarían juntos la parte más delicada del rodaje e iba a ser muy intenso. No se le ocurría ahora mismo mejor manera de empezar que dormir junto a él. ¿Había algo más íntimo?

Cuando el despertador sonó Chris seguía durmiendo. Enzo le dejó que durmiera más mientras se duchaba aunque pensó que una ducha compartida sería lo más sensato para ahorrar tiempo. Olvidó la idea. Una cosa era ser práctico y otra sensato. No quería forzar más la situación. Anoche tuvo que hacer esfuerzos de meditación zen para no subirse sobre él como un león. Era mejor no tentar más.

Mientras se estaba afeitando pegó un bote sobresaltado al verle detrás.

- Mierda, qué susto me has dado.

- Perdona. Me voy a duchar.

- Si, buena idea –dijo continuando con su labor.

Chris siguió detrás con los ojos puestos en él a través del espejo. Tenía puesta una bata de seda de vivos colores que parecía el kimono de una geisha. Observó su cintura bien entallada por el cinturón y las mangas amplias bailando entre pasada y pasada de la cuchilla.

 Observó su cintura bien entallada por el cinturón y las mangas amplias bailando entre pasada y pasada de la cuchilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Me desconcentras mucho ahí detrás. No quisiera cortarme –dijo con la barbilla en alto apurando bien.

- Perdona. Es que me encanta ver como os afeitáis.

- Qué gracioso. Como tú no debes pasar por esta tortura en bien de tu personaje.

- Mi padre me dejaba siempre que le afeitara.

- Y supongo que se dejaba acribillar por ti como un corderito.

- Qué va –rió-, le afeitaba con navaja de barbero. Adquirí mucha maestría.

- ¿Es que quieres afeitarme?

- Me encantaría.

- ¿Por qué iba a dejarme afeitar por ti? No seas ridículo...

Chris le observó mientras seguía con su barbilla en alto dispuesto a la labor. Enzo sin embargo volvió a mirarle de soslayo y se acabó rindiendo.

- Tu me dijiste que yo era una de las personas en las que mas confiabas. Igual por eso...

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora