HANG ON IN THERE

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Cuando Tarek tomó esa drástica decisión lo hizo con todo su conocimiento y sensatez. Le encantaba su trabajo y la independencia que le daba. Independencia que alguien como él necesitaba más estando al lado de una fuerza absorbente como Enzo. No le había sido fácil tomar la decisión pero lo sopesó todo, como él solía hacer. Con serenidad y sentido práctico y común. Nunca pensó que tendría que decidir entre su trabajo y un novio pero llegados a aquel punto crítico de no retorno, la elección le resultó dolorosamente fácil. El virus del Sida había hecho su aparición para ponerle las pilas y alertarle de lo que de verdad le importaba en la vida. Y sin duda tenía claro que Enzo era lo más importante y nadie en todo el jodido universo le impediría cuidarle como él se merecía ser cuidado.

Sabía que eso incluiría riesgos para él. Como Enzo decía "su jodida independencia" había definido buena parte de su trayectoria vital. Dejar su trabajo y pasar a ser "un mantenido" aunque fuera con ese trabajo de ensueño para él de jardinero, no era lo que había planeado. Podría volverse contra ellos. Podría acabar reprochándoselo. Enzo y él eran complementarios, muy distintos entre sí y por tanto perfectos uno para el otro pero su relación había sido apasionada y zigzagueante. Había habido guerra fría y reconciliaciones tropicales. Reproches, improperios, peleas explosivas para luego dar paso a un amor volcánico, comprometido, lleno de matices y nada convencional pero sincero y de verdad.

Tarek iba por un camino nunca transitado pero en su fuero interno sabía que había tomado la decisión correcta. Enzo no iba a ser un enfermo cualquiera y sus dos dolencias no eran ninguna broma. No podía hacer otra cosa que implicarse de forma absoluta y eso solo podía hacerlo dejando su trabajo y dedicándose por entero a él. Aunque se matasen en el proceso.

John les había derivado una vez hechas las pruebas pertinentes a las mayores eminencias en VIH y VHC. Enzo, por supuesto, tendría los mejores médicos disponibles para sus complicadas dolencias. Tras las numerosas pruebas que confirmaban repetidamente su infección por VIH, la decisión importante a tomar era qué tratamiento era el primero que se iba a llevar a cabo. John les comentó directamente que no podían embarcarse en dos tratamientos a la vez. Se debía tratar primero el VIH porque el nivel de sus células cd4 era inferior a 500 por milímetro cúbico. La infección de VHC se había mostrado estable. Tuvo que someterse a pruebas de detección de hepatitis A y B, un recuento sanguíneo completo y estudios de coagulación, análisis de enzimas hepáticas, pruebas de función tiroidea, análisis de hierro sérico y análisis de anticuerpos hepáticos. El culmen de todo ese rosario de análisis fue la biopsia hepática en la que debían coger un trozo de tejido del hígado.

- Otra biopsia –se lamentó Enzo.

- Es absolutamente imprescindible para que nos hagamos una idea de cómo se encuentra tu hígado y actuar en consonancia. Cuando hay coinfección como es tu caso es necesaria y recomendable antes de decidir cuando comenzar el tratamiento.

- ¿Es dolorosa? ¿Le van a hacer mucho daño? –se interesó Tarek con rostro preocupado.

- Te insertaran una aguja entre las costillas hasta alcanzar el hígado. No tiene especial complicación. Seguro que tendrás molestias después que se te pase el efecto del calmante. Te administrarán paracetamol con codeína.

- ¿Tendré que volvérmela a hacer?

- Si, pero cada dos o tres años. Enzo, no adelantes acontecimientos.

- Claro, igual dentro de dos o tres años ya no estoy aquí.

- Cierra el pico –le amonestó Tarek dándole un codazo.

- John, me harás tu la biopsia ¿verdad?

- No te preocupes, si no puedo hacerla yo, va a ser un médico muy cualificado. No te pasará nada.

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora