OOOH, IT'S BLISS

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Tarek quedó encargado de organizar su expedición a Africa. Era algo complejo que le requirió mucho tiempo y ayuda del personal de la fundación que desde el minuto uno se movilizaron para coordinarse y escoger uno de los numerosos sitios en los que trabajaban.

El país al que irían sería Mozambique, más en concreto a una de sus 11 provincias, Inhambane, al sur del país.

De entre los países del Africa subsahariana no era el que tenía más altas tasas de Sida pero era muy singular. Al estar rodeado de países con unas tasas superiores a las suyas, había unos niveles de infección muy altos en las fronteras migratorias. A partir del final de su guerra con el retorno de los refugiados de los países vecinos, hubo un significativo incremento. El desarrollo de la enfermedad fue más tardío, en Mozambique, por tanto, que en muchos de sus vecinos.

Estaba considerado un Estado bastante frágil con obvias dificultades estructurales a la hora de proveer servicios básicos. Su larga guerra destruyó gran parte de sus infraestructuras sanitarias con serias dificultades en las condiciones de vida y el estado de salud de la población.

Al terminar la guerra hubo una gran reconstrucción del desastre pero aún en las zonas rurales había deficientes infraestructuras de transporte y comunicaciones. Además, había un nivel muy bajo de alfabetización y la mayoría de la población por supersticiones propias recurría a la medicina tradicional.

Desde los acuerdos de paz en los 90 hubo una apertura del país a la ayuda exterior y actualmente podía considerarse un "laboratorio" para la puesta en marcha de los diferentes programas de cooperación internacional. Al haber serias limitaciones del sector público en el terreno sanitario, las organizaciones no gubernamentales habían proliferado en los últimos años.

Mozambique actualmente tenía unas tasas de Sida imparables que no hacían más que subir. Eso si, había un gran desfase entre los porcentajes de Sida en el mismo país. En las provincias del norte había una prevalencia de la enfermedad del 9% y sin embargo en las del sur se calculaba hasta un 20%.

Cerca del 60% de la población infectada por VIH era femenina, llegando a triplicar la tasa masculina. Un dato bastante revelador.

Una de las grandes preocupaciones de Enzo y Tarek aparte de la infancia era el colectivo homosexual, uno de los más vulnerables en el tema VIH/Sida. En Mozambique ya se habían puesto al corriente de cómo lo vivían allí los gays. En ese país por suerte no había persecuciones. Pero en Suazilandia, donde irían después, las cosas eran ligeramente distintas, como casi en la totalidad del continente africano.

La homosexualidad aún era ilegal en 70 países de todo el mundo, 33 de los cuales estaban en Africa. Mauritania, Nigeria, Sudán y Somalia tenían la pena de muerte y en Suazilandia por ejemplo junto a otros países como Namibia o Zimbabwe tenían en sus leyes contemplado hasta 8 años de prisión por ser homosexual.

Esta gente sufría la enfermedad por partida doble. A menudo no tenían acceso al tratamiento por falta de recursos y el miedo a ser juzgados o detenidos provocaba que no pidieran ayuda médica, lo cual hacía aumentar los casos de infección.

Ambos se dieron cuenta de lo injusta que era la vida para gente con su misma orientación sexual. Ellos por el simple hecho de vivir en Reino Unido podían casarse y tener hijos y les protegían las leyes existentes y en Suazilandia coartaban sus libertades de elección sexual hasta el punto de encarcelarlos.

En lo que se incidía siempre era en la mejora de la prevención. El problema no solo consistía en la poca disponibilidad de medicamentos sino en el precario funcionamiento del sistema sanitario propio del país.

Aunque años atrás la prevención había sido la piedra de toque ahora se había relajado. Cada vez era menos una cuestión de información y más una obcecación en aferrarse a sus pautas de comportamiento. Algo en lo que ahora se estaba poniendo gran esfuerzo era en las campañas de prevención en el sistema de enseñanza primario y secundario como una herramienta fundamental en la lucha contra la enfermedad. A pesar de los esfuerzos, los programas de prevención no llegaban aún ni al 50% de los centros educativos del país.

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora