Le calzó sus deportivas y también se calzó él. Le observó impotente mientras se anudaba los cordones también de sus deportivas. Su expresión era serena, Enzo se sorprendió al escudriñar la forma recortada de su mentón, la nariz larga y recta, su piel aún algo húmeda. Le cogió en sus brazos. Sus brazos eran fuertes, el cuerpo contra el que le estrelló duro como el pedernal. Se vió obligado a agarrarse con ambos brazos a su cuello. Era la primera vez que le tocaba así.
- Sabes por qué te llevo en brazos ¿verdad? Es porque no puedes andar.
- ¿No quieres verme sufrir? –le interpeló mientras cerraba la puerta del piso.
- Me gusta verte sufrir ¿no te has dado cuenta todavía?
Ni siquiera esbozó su sonrisa desvergonzada. Estaba muy serio. De dos zancadas se plantaron en el ascensor. Entró tranquilo y apretó el botón 5. Enzo los miró a ambos a través del espejo. Hacía dos semanas había experimentado algo muy parecido a un orgasmo ahí dentro.
- ¿Por qué me llevas a tu casa?
- Te quiero para mi solo. Llama a quien tengas que llamar y pon las excusas que se te ocurran. No vas a salir de aquí.
Salieron del ascensor. Torcieron a la izquierda y dos puertas más allá, Lars rebuscó en su bolsillo trasero para coger sus llaves. Enzo no se soltó de su cuello. No quería bajarse aún de sus brazos. Se estaba bien ahí subido, no sentía dolor y él le tenía cargado con una soltura propia del que solo lleva una bolsita de la farmacia.
Entraron en silencio. Se hizo la luz en el vestíbulo. Dejó las llaves colgadas y se sentó en un taburete en la cocina. Apartó entonces los brazos de Enzo en torno a su cuello y exhaló otro ay. Volvía a sentir dolor. Lars sonrió. Le comió de arriba abajo con los ojos brillantes de deseo. Su dolor le alimentaba.
- ¿Qué quieres de mí? –le increpó con una rabia que iba subiendo poco a poco por su garganta.
- Te quiero a ti. Quiero ese culo y esa polla para mi solo.
- Estás como una puta cabra.
- No seas tonto. Aprovéchate de esto. Si eres bueno conmigo te haré hasta algún regalo.
- ¿Qué regalos? ¡Llevas toda la jodida noche violándome!
- Shhh. No chilles o te tendré que dar una buena tunda. Si te das cuenta eres tú quien elige en todo momento.
Enzo le observó atentamente. Su rostro peculiar sin duda tenía un gran atractivo. Era masculino, sensual, enigmático, olía endiabladamente bien.
- ¿Qué vas a hacer conmigo ahora?
- Sinceramente creo que no tienes fiebre ya –dictaminó colocando su enorme mano sobre su frente-. ¿Ves como sudar era lo que te hacía falta?
- ¿Qué vas a hacer conmigo ahora? –repitió la pregunta enfadado.
- No me gusta que me interroguen. No lo harás mientras estés bajo mi techo. No se te ocurra hacerlo –elevó su dedo índice en señal de advertencia.
- Necesito ir al baño –le informó con hastío.
- La siguiente puerta a la derecha.
Se bajó del taburete y dio dos pasos. El dolor le impedía caminar y se reclinó sobre la mesa apretando sus conejiles incisivos contra el labio inferior. Iba a llorar. Estaba cada vez más cerca. Lars se reclinó detrás de él y dijo muy suave contra su cuello:

ESTÁS LEYENDO
MR BAD GUY
FanfictionENZO EFSERYAN (FREDDIE MERCURY) ES UN PROMETEDOR ACTOR DE CINE QUE SE ENCUENTRA EN UNA ENCRUCIJADA CON SU NOVIA PAULINE AMOS (MARY AUSTIN). LO QUE PARECE EL FINAL DE TODO, SERA SOLO EL INICIO DE UNA NUEVA VIDA PARA ENZO. HAY HOMBRES QUE MERECEN UNA...