ENZO EFSERYAN (FREDDIE MERCURY) ES UN PROMETEDOR ACTOR DE CINE QUE SE ENCUENTRA EN UNA ENCRUCIJADA CON SU NOVIA PAULINE AMOS (MARY AUSTIN). LO QUE PARECE EL FINAL DE TODO, SERA SOLO EL INICIO DE UNA NUEVA VIDA PARA ENZO.
HAY HOMBRES QUE MERECEN UNA...
- Ay, Dios. ¡Enzo, mi vida! ¡Enzo! Joder, reacciona -le dio palmadas en la cara sudorosa y enfebrecida.
- Estoy bien -musitó débilmente-. No me he desmayado. Es solo que... tengo mucha sed -pasó la lengua sobre sus labios.
Tarek tocó con su mejilla la frente caliente de su marido, dejándola ahí pegada unos segundos, comprobando así su temperatura.
- Probablemente tengas fiebre. Vamos a entrar en casa.
- Estoy bien. Hace demasiado calor quizás.
Le quitó las pesadas botas y le aupó con delicadeza, cargándole en brazos. Enzo cerró los ojos fatigado descansando su cabeza en el hombro de Tarek.
- Estoy bien, cariño. No quiero que te preocupes.
- ¿Ah, si? Pues ya es demasiado tarde para eso.
- ¿Qué ha pasado? -preguntó Duncan alarmado al verle entrar con él cargado en brazos.
- Se ha desmayado.
- No es verdad, solo he perdido la conciencia unos segundos.
- Duncan, por favor. ¿Puedes traer un poco de agua? No muy fría. Y cuando puedas trae también el tensiómetro y el termómetro.
Tarek le depositó en el sofá del salón japonés, donde se estaba muy fresco a esa hora de la mañana.
- ¿No te dije que si te fatigabas me lo dijeras?
- Oh, no había nada que decir. Estoy bien, es este calor insólito.
- Como vuelvas a decir que estás bien, ya lo creo que vas a estar mal.
- Gracias, encanto -tomó el vaso de manos de Duncan dando un pequeño sorbo de los suyos.
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- Bebe un poco más -le mandó Tarek sin quitarle ojo.
- Oh, eres la enfermera más tirana del mundo ¿lo sabías?
- No he empezado a ser tirana. Abre la boca -dijo tras esperar a que diera el siguiente trago.
Tenía febrícula, un par de décimas. La tensión estaba por los suelos 6-4. Le pusieron los pies en alto mientras Svetlana le abanicaba. Duncan le aplicó sobre la frente compresas empapadas en agua fría para la fiebre.
- ¿Te encuentras mejor? -le preguntó Svetlana sin dejar de abanicarle el rostro.
- Cariño, ¿me das permiso ahora para decir que estoy bien? -se giró hacia Tarek, cicatero.
- Toma una cola light. El azúcar te vendrá bien.
Enzo se incorporó obediente dejando que le arrimara a los labios el vaso de refresco.