LITTLE BIT OF SUNSHINE TO MY LIFE

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- Ay, Dios. ¡Enzo, mi vida! ¡Enzo! Joder, reacciona -le dio palmadas en la cara sudorosa y enfebrecida.

- Estoy bien -musitó débilmente-. No me he desmayado. Es solo que... tengo mucha sed -pasó la lengua sobre sus labios. 

Tarek tocó con su mejilla la frente caliente de su marido, dejándola ahí pegada unos segundos, comprobando así su temperatura.

- Probablemente tengas fiebre. Vamos a entrar en casa.

- Estoy bien. Hace demasiado calor quizás.

Le quitó las pesadas botas y le aupó con delicadeza, cargándole en brazos. Enzo cerró los ojos fatigado descansando su cabeza en el hombro de Tarek.

- Estoy bien, cariño. No quiero que te preocupes.

- ¿Ah, si? Pues ya es demasiado tarde para eso.

- ¿Qué ha pasado? -preguntó Duncan alarmado al verle entrar con él cargado en brazos.

- Se ha desmayado.

- No es verdad, solo he perdido la conciencia unos segundos.

- Duncan, por favor. ¿Puedes traer un poco de agua? No muy fría. Y cuando puedas trae también el tensiómetro y el termómetro.

Tarek le depositó en el sofá del salón japonés, donde se estaba muy fresco a esa hora de la mañana.

- ¿No te dije que si te fatigabas me lo dijeras?

- Oh, no había nada que decir. Estoy bien, es este calor insólito.

- Como vuelvas a decir que estás bien, ya lo creo que vas a estar mal.

- Gracias, encanto -tomó el vaso de manos de Duncan dando un pequeño sorbo de los suyos.

-       Gracias, encanto -tomó el vaso de manos de Duncan dando un pequeño sorbo de los suyos

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- Bebe un poco más -le mandó Tarek sin quitarle ojo.

- Oh, eres la enfermera más tirana del mundo ¿lo sabías?

- No he empezado a ser tirana. Abre la boca -dijo tras esperar a que diera el siguiente trago.

Tenía febrícula, un par de décimas. La tensión estaba por los suelos 6-4. Le pusieron los pies en alto mientras Svetlana le abanicaba. Duncan le aplicó sobre la frente compresas empapadas en agua fría para la fiebre.

- ¿Te encuentras mejor? -le preguntó Svetlana sin dejar de abanicarle el rostro.

- Cariño, ¿me das permiso ahora para decir que estoy bien? -se giró hacia Tarek, cicatero.

- Toma una cola light. El azúcar te vendrá bien.

Enzo se incorporó obediente dejando que le arrimara a los labios el vaso de refresco.

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora