MR BAD GUY

I FEEL ALIVE AND THE WORLD I'LL TURN IT INSIDE OUT

Cuando regresaron de Montreux renovados y felices recibieron un nuevo mazazo en la revisión de seguimiento que tenía cada tres meses.

El cáncer había vuelto a aparecer. Podía considerarse una mala noticia pero John siempre encontraba motivos para la esperanza. A pesar de que las cosas no se le estaban poniendo especialmente bien.

Al parecer el cáncer había salido en el mismo sitio que la anterior vez y no ofrecía problemas a la hora de poder someterse a una nueva quimioembolización y cuanto antes.

Enzo recordaba lo que había supuesto la anterior. Su negativa rotunda durante meses a someterse a ella y la crisis seria que hubo con Tarek debido a ello. También recordaba el síndrome postembolización que sufrió durante casi tres semanas. Tendría que volver a pasar otra vez por lo mismo. ¿Para qué? ¿Por cuánto tiempo más sería?

- Soy una puta causa perdida ¿eh, Deaky? -le sonrió tristemente pero con ese poso irónico tan propio de él.

- Yo creo que eres más bien todo lo contrario.

- Oh, vete a la mierda ya con tu optimismo. ¿Crees que estoy en condiciones de soportar otra quimio?

- Si no lo creyera no lo haríamos. Se puede llevar a cabo tantas veces como se necesite. Lo que hacemos es ganar tiempo a la espera de tu hígado.

- ¿Cómo voy en la lista? ¿Se ve la luz al final del túnel?

- Ya sabes cómo van estas cosas. A veces ingresa una persona un día y justo al día siguiente tiene adjudicado el hígado. Por desgracia hay gente mil veces más grave que tú que tiene preferencia.

- Es cierto.

- Te gana toda la gente que tiene cirrosis, tú solo tienes fibrosis con posibilidad de degenerar en cirrosis. La quimio nos sirve para ralentizar el crecimiento del tumor y así que sea más llevadera la espera hasta que llegue tu hígado.

- ¿Llegará? Sé que hay muchas personas que mueren en la espera. En vano.

- Llegará. Y con la quimio ganamos tiempo y nos aseguramos que las cosas no se agraven. Vamos a ganar esta batalla. Yo no tengo dudas. Por lo general solo un cuarto de las personas que tienen cáncer de hígado sobrevive dos años después del diagnóstico. Y tu ahí sigues. Con muy buen aspecto. ¿Llevas bien la inactividad?

- Aún estoy asimilando mi nueva vida de jubilado.

- ¿Qué tal en Montreux? Te veo estupendo, en serio.

- Me he dedicado a dar clases de alemán a mi marido. ¿Qué opinas?

- Ya me imagino el vocabulario alemán que maneja ahora Tarek.

Enzo se echó a reír a carcajadas dándose golpecitos en las rodillas.

- Qué bien me conoces. Bueno, en realidad pasamos con mucha naturalidad de las declinaciones a las felaciones.

- Enzo... eres incorregible. Ahórrame detalles.

- Oh, si, cariño... ser profesor tiene sus ventajas. Si.

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El proceso fue un calco exacto al anterior. La operación resultó un éxito. No hubo infección en la punción realizada, solo una elevación leve de las enzimas hepáticas que se resolvió sin más complicaciones. El síndrome postembolización también le duró unas tres semanas con picos de fiebre, náuseas y una gran fatiga.

Tarek estuvo a su lado todo el tiempo día y noche. Durante ese síndrome Enzo era como si desapareciera un tiempo. Echaba de menos cosas tan cotidianas y normales como sentarse a desayunar juntos, sentir su cuerpo bien cerca del suyo en la cama, su tarareo alegre y cantarín cuando se sumergía en la bañera donde no cabía ni un gramo más de espuma, esa  forma de beber que tenía en tres fases aunque fuera un sorbito de nada, su carcajada musical y deliciosa cuando algo le hacía gracia y le llevaba horas reponerse. Eran cosas que durante su enfermedad se difuminaban, perdían su consistencia y regularidad.