YOU'VE GOT THE CUTEST ASS I'VE EVER SEEN

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Después de un comienzo de "reunión" un tanto accidentado, hablaron lenta y concienzudamente sobre el proyecto. De hecho, Enzo se mostró tan encantado e identificado con cuantas ideas tenía sobre la película que casi tenía pensado el Si.

- ¿Qué tal fue la reunión? ¿Llegasteis a algún lado? -le preguntó Tarek.

- Esa era la intención y creo que puede ser una buena idea hacer esa película.

- Genial. ¿Lo celebramos?

- Si, de hecho he quedado con Ismael para salir a cenar. Ponte guapo.

- ¿Y qué pinto yo en una cena de negocios? No, Enzo. Id vosotros dos.

- Me ha quedado claro que tiene admiración por mí pero a ti... ay, Dios, no me digas que no te has fijado.

- ¿En qué?

- Lo suponía, tú no te enteras de nada. Vas por la vida como una criatura celestial sin percatarte del efecto que causas en la gente.

- ¿Crees que a Ismael le atraigo? -se señaló a sí mismo con la mirada más incrédula que supo expresar. 

- Esa forma de mirar tu culo era muy sucia, cariño.

- No sabemos siquiera si es gay.

- Lo es. Me ha contado que está casado y que su pareja es el co guionista de todos sus proyectos. Me ha enseñado fotos hasta de su boda. Se me ocurrió organizar una cena de parejitas y así acabamos de perfilar algunos cabos sueltos.

- Buffff, amor. ¿Crees que es buena idea?

- Será divertido. Y luego podemos ir a bailar. Me ha hablado de un sitio estupendo para pasarlo bien.

- ¿Pasarlo bien cómo?

- Tomando unas copas, bailando.

- Enzo, no quiero líos raros.

- No tiene nada de raro. Es el club gay más grande de Europa, lo dice la guía Espartaco.

- ¿Ahora aparte de los catalogos de Sotheby's y Christie's también te lees la guía Espartaco?

- Cariño, no te hagas el puritano ahora conmigo. La hemos ojeado juntos muchas veces.

- No se, Enzo...

- Vamos, no seas aburrido. Mi cuerpo me pide a gritos una juerga como es debido.

- Oh, está bien. Pero no hagas que me arrepienta.

La cena se desarrolló con normalidad solo el primer cuarto de hora. La idea de la cena estaba bien. Cualquiera que les viera desde fuera creería que eran un par de parejas disfrutando de la comida. Lo eran, por supuesto. Bueno, Enzo mayormente revolvía astutamente su comida sin apenas ingerir nada y sin parar de parlotear locuazmente. Hablaba y gesticulaba igual que cuando solía consumir cocaína. Era un torrente de palabras y risas histéricas. 

Se suponía que la cena era para terminar los flecos de sus negociaciones, para acabar de comprometerse en firme con la película. Enzo tenía muchas ideas para mejorar el guión y tenía delante a los dos guionistas. No todo el mundo aceptaba de buen grado que alguien por muy prestigioso actor que fuera, diera opiniones sinceras sobre los errores y cómo transformarlos en aciertos. Pero lo cierto es que Enzo podía ser el más diplomático encantador de serpientes del universo y primó durante todo el tiempo el buen rollo. Ismael y su marido, Rodrigo, pondrían todas las facilidades para que el fuera su protagonista. Se mostraron como dos personas humildes y abiertas a sugerencias. Algo que solía ser una costumbre en Enzo. Siempre aportaba ideas en sus películas.

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora