MR BAD GUY

LET ME BE YOUR GUIDE

- ¿Cómo ves a Enzo? -preguntó Tarek una vez que el doctor bajó las escaleras tras su visita acostumbrada.

Tarek le esperaba inquieto, con expresión preocupada. Le había comentado el lance del día anterior con la comida pero John no le había dado mayor trascendencia. Lo consideró un accidente aislado aunque aconsejó que estuvieran pendientes de sus ingestas.

- ¿Quieres que te sea sincero?

- Por favor...

- No sé cómo Enzo sigue vivo. Es un absoluto misterio para mi. Lleva medio año sin tomar los antirretrovirales y no le ha entrado ni un solo catarro.

- Aunque lo ha intentado, me consta.

- Se mantiene igual. Su anemia y sus cd4 no son tampoco valores significativamente más bajos. Por supuesto han disminuido y es a lo que debemos estar atentos. Los períodos cada vez mayores de sueño son habituales en su estado...

- John, tengo que intentarlo. No me mires así...

- Te hablé de todas las contraindicaciones, Tarek. Esto no es ningún juego. Sois dos personas seropositivas.

- ¿Piensas que esto es un juego para mí? ¿De verdad?

- Lo siento, no quería decir eso. Perdóname. Yo también quiero que Enzo se recupere pero no a cualquier precio. No quiero perder a dos amigos por esa temeridad. ¿Lo entiendes?

- Está todo entendido y sopesado. No pienso seguir pensando todo lo que puede salir mal. Voy a decírselo a Enzo y estoy en sus manos. Si él decide que puede merecer la pena, nos lanzaremos. Quiero que me asesores durante el proceso al completo y que sepas que acepto cada uno de los riesgos que entraña.

- Son muchos riesgos, Tarek. Habladlo con calma y sensatez entre vosotros y vuestras familias.

- He puesto en la balanza los riesgos. Prefiero intentarlo a dejarle ir. No valgo para quedarme sentado viéndole apagarse. Me estoy destruyendo.

- Quiero que sepas que admiro mucho tu generosidad, Enzo tiene mucha suerte por tener a alguien tan especial a su lado. Pero como te digo una cosa te digo otra. Es importante que entiendas que no existe ninguna garantía de que tu sacrificio salve la vida de tu marido. El cáncer de hígado puede volver a presentarse después del trasplante.

Tarek en su ceguera de amor altruista ni por un momento se había parado a pensar lo que Enzo opinaría de esa decisión. No era algo fácil de asumir cuando alguien cualificado te aseguraba que se trataba de un riesgo muy grande para tu vida.

Tarek se propuso decírselo cuanto antes pero al final Enzo y sus necesidades del día a día marcaban la agenda y la conversación tuvo que posponerse.

- ¿Sabes qué? Llevo muchos días sin darme un buen baño -dejó caer Enzo mirándose en el espejo del vestidor mientras Tarek le contemplaba desde atrás.

Duncan había llegado de sus días de asueto y sabía que entre ambos les resultaría más fácil ayudarle con su baño. Para Tarek en solitario era un poco más engorroso. Pero era muy significativo. Enzo no se atrevía a mandarles bañarle. No sabía si por pudor, por prudencia o por miedo a que le tronzaran un hueso a la hora de meterle a la bañera. Enzo y las bañeras. Con lo fácil que hubiera sido tener duchas.

Tarek le bajó hasta medio brazo la bata-kimono y dejó rodar su nariz por su axila mientras Enzo le miraba de forma cómica.

- ¿Quieres explicarme que haces? Pareces un cerdito horadando el árbol en busca de trufas.