EXERCISES IN FREE LOVE

59 0 0
                                    


Pasados tres días de aquella experiencia salvaje con Lars que le devolvió ese equilibrio particular, volvió a anhelar a Tarek con todo su corazón. Recordaba cómo había sido el sexo con él. Desinhibido y lascivo pero muy dulce, como si sus cuerpos ya se conocieran desde hacía siglos. No podía volar a Londres y decidió que él acudiera a Munich. Se encargó de que su oficina le llamara al trabajo. Cuando Tarek cogió la llamada no se lo podía creer.

- A ver, a ver, repítame, por favor...

Estaba teniendo una sesión un poco complicada con los modelos aquella mañana y no estaba para bromas.

- El señor Efseryan quiere que vuele esta tarde para Munich.

- No, debe haber un error. Yo no puedo permitirme ahora pagar un billete de avión...

- Ya esta todo pagado, señor. Le recogerá en su casa el chófer particular de Enzo y le llevará al aeropuerto. Tiene que estar listo para las cuatro.

Tarek cogió una pequeña mochila de las que utilizaba para sus rutas de montaña y metió en ella lo indispensable para pasar dos días. Hizo las cosas sin cuestionarse más y pensó que igual debería haber dicho que No. ¿Así iba a ser su relación? ¿El marioneta y Enzo titiritero? Sin embargo, apartó esas ideas suyas de la cabeza y se concentró en poder estar a tiempo. Embarque prioritario, business class, todo tipo de bebidas y comidas que se le antojaran a bordo, dos azafatos guapos a complacer el mínimo de sus caprichos. Todo era un mundo nuevo para él. Jamás había soñado con viajar en primera. Sin embargo, muy en su estilo, lo único que pidió fue una Guinness. Ni siquiera probó bocado de lo nervioso que estaba.

En la sala de llegadas enseguida avistó a Enzo que le esperaba junto a Taron y Leoni. Ahí estaba con su bonita chaqueta de cuero roja y blanca y aquellos Levis blancos que le sentaban de escándalo.

-        Mi amor, por fin –empezó a besuquearle por toda la cara mientras Tarek se encogía de la vergüenza mirando a todos lados-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Mi amor, por fin –empezó a besuquearle por toda la cara mientras Tarek se encogía de la vergüenza mirando a todos lados-. Vamos rápido a casa. ¿Qué?

- Para quieto. Estamos en mitad de un aeropuerto.

- Oh, cariño. Aquí no hay paparazzi. Olvídate de Londres, esto es otro mundo.

- Eres muy expresivo ¿no?

- Por supuesto. Vete acostumbrándote. Me gusta tocar, besuquear –aquí bajó el tono acercándose a su oído-, también me gusta mucho follar.

- Oh, por favor, Enzo.

- Me encanta que vengas como un boy scout porque básicamente visitaremos un solo lugar.

- ¿Algún museo en concreto? –le siguió la broma ahora.

- Si, el museo del sexo, querido.

Se empezaron a reír a carcajadas mientras ya a salvo en la parte de atrás de su jeep, se empezaron a devorar. Enzo comenzó a desabrocharle el cinturón del pantalón, mientras le sacaba apresuradamente la camisa.

MR BAD GUYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora