ENZO EFSERYAN (FREDDIE MERCURY) ES UN PROMETEDOR ACTOR DE CINE QUE SE ENCUENTRA EN UNA ENCRUCIJADA CON SU NOVIA PAULINE AMOS (MARY AUSTIN). LO QUE PARECE EL FINAL DE TODO, SERA SOLO EL INICIO DE UNA NUEVA VIDA PARA ENZO.
HAY HOMBRES QUE MERECEN UNA...
La fiesta marcó una especie de despedida de Enzo hacia la ciudad de Munich y sus muchos peligros. Le había dado mucho, aún adoraba esa ciudad. Ahora sabía tan bien alemán como para poder dar clases, había conocido a Lars y había explorado su lado salvaje y también había pasado momentos románticos y memorables con Tarek allí. Pero esa fiesta supuso su canto de cisne en la capital bávara y también en ese tipo de fiestas salvajes. Debía recomponer un poco su vida porque había estado muy descontrolado mucho tiempo.
Enzo regresó a Londres básicamente para acudir a un programa de televisión de su amigo Ralph Haynes. No se prodigaba últimamente en entrevistas, en realidad las odiaba a muerte pero el hecho de hablar con un amigo aunque fuera en directo y prime time, le tranquilizaba. Cuando tenía que promocionar una película y debía someterse a una maratón de entrevistas, requería de mucha fuerza mental para sobrellevarlo. A pesar de que la entrevista fue muy bien. Enzo estuvo simpático, ocurrente, chistoso y encantador pero solía quedar agotado y de mal humor por la sobreexposición de su persona. En el fondo tenía esa atrayente dualidad; tímido y exhibicionista al mismo tiempo.
Tarek le había acompañado y ahora regresaba con él como siempre. Todavía estaban cabreados uno con el otro por el tema Greta. Tarek la mantenía en su apartamento, desobedeciendo las órdenes concretas de Enzo de trasladarla a su mansión. Pero esa discrepancia no les había impedido devorarse vivos cuando se vieron y encerrarse en la habitación hasta poco antes de ir a la televisión. De repente, sin previo aviso, al ir a entrar al coche, Enzo se giró a Tarek y le espetó con muy mala leche:
- Vete a tomar por culo. He quedado con Will y con algunos más, no te quiero hoy conmigo.
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- ¿Qué estás diciendo?
- Lo que acabas de oír. Largo.
Duncan, que le acompañaba como siempre, miró a Tarek encogiéndose de hombros. Estaba tan desconcertado como él por la salida de tono de su jefe. Sabía que cuando se ponía así era imposible razonar.
Tarek no le pidió más explicaciones y cada uno tomó direcciones distintas. Al día siguiente Enzo regresaba de nuevo a Munich así que al poner tierra de por medio, Tarek pensó que todo había terminado. Pero Enzo no tardó en montar una campaña de llamadas insistentes a su móvil. Normalmente de madrugada para fastidiarle. Tarek no las cogía, imperturbable. Al final hasta Duncan y Taron tomaron parte llamándole. Enzo sabía que Tarek si les contestaría a ellos. Era muy listo.
- Dile a tu jefe que a mi no me trata nadie así porque no se lo consiento.
- Lo sabe, sabe que ha sido un capullo integral.
- Pues que le den.
- Estaba colocado. Ya sabes como se pone antes de una entrevista. No le debió de sentar muy bien.
- ¿En serio, Duncan? No creo que podamos achacar su gilipollez patológica a la coca.
- Gilipollez patológica. A Enzo le va a encantar eso.
